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SÍNTOMAS COMUNES:

Dolor físico

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Dolor físico

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¿Qué es el dolor físico crónico?

El dolor físico crónico suele definirse como un dolor recurrente o persistente durante más de tres meses.1 El estudio del dolor y su gravedad, localización, persistencia y diversos tratamientos es complejo, con muchas incógnitas. Sin embargo, para nuestros propósitos utilizamos la definición anterior, y reconocemos que el dolor, ya sea que se sienta en grandes áreas del cuerpo (referido como dolor difuso) o en áreas específicas (es decir, dolores de estómago, dolor pélvico, etc.) puede ser perturbador para el funcionamiento diario y a menudo está ligado a sentimientos de tristeza y depresión.

¿Qué tiene que ver el dolor físico con el abuso sexual infantil?

En los últimos años, cada vez hay más estudios que demuestran una conexión entre el trauma infantil y las enfermedades mentales y físicas que se manifiestan en la edad adulta. Uno de esos desafíos físicos es el dolor físico crónico. Y, lamentablemente, hay una mayor prevalencia de dolor físico en los sobrevivientes de abuso sexual infantil (en comparación con otros tipos de trauma infantil como la negligencia o el abuso de drogas por parte de los padres).

Algunas de las formas más comunes en que las sobrevivientes de abuso sexual infantil pueden experimentar dolor físico incluyen:2

  • Artritis de inicio en la edad adulta
  • Fibromialgia
  • Fatiga prolongada
  • Diabetes
  • Problemas circulatorios
  • Problemas digestivos
  • Problemas respiratorios
  • Problemas osteomusculares
  • Problemas reproductivos

Ya sea que el dolor físico crónico que experimentas está relacionado con un problema de salud adicional o no, es probable que esté vinculado de algún modo al trauma que sufriste en la niñez o adolescencia. Aunque todavía queda mucho por aprender sobre el cerebro humano, sabemos que los traumas, concretamente los traumas de la infancia tienen un gran impacto en el cerebro y el sistema límbico. Tus experiencias en la niñez hicieron que tu cerebro y tu cuerpo entraran en un ciclo de respuesta al estrés, en el que tu cerebro te protegía liberando hormonas para ayudar a tu cuerpo a encontrar formas de protegerse. 

Lamentablemente, en el caso del abuso sexual infantil suele ser imposible luchar o huir literalmente, por lo que el cuerpo desarrolló otras formas de responder a la amenaza, como disociarse del presente o paralizarse en el lugar hasta que la amenaza hubiera pasado. Mientras tanto, el estrés que inundó el cuerpo, bombeando adrenalina para luchar o huir, nunca se liberó.

Muchas de las respuestas a las que recurrió el cerebro durante el abuso pueden perdurar hasta la edad adulta. Y aunque pueden haber sido útiles para proteger tu cuerpo y tu mente en desarrollo durante los episodios de trauma infantil, estas mismas respuestas pueden estar interfiriendo en tu funcionamiento diario y en tu sensación de bienestar cuando intentas responder a las necesidades de la edad adulta. Por ejemplo, aunque el adormecimiento emocional puede haberte ayudado a afrontar el dolor y la traición del abuso durante la infancia, ahora puede estar obstaculizando tus experiencias y relaciones como adulto. Además de estas respuestas de afrontamiento, el estrés no resuelto que experimentaste durante tu trauma puede haber provocado impactos a largo plazo tanto en tu cerebro como en tu cuerpo.

Si mi dolor está relacionado con mi trauma, ¿significa eso que no es real?

No. El dolor físico que estás experimentando es válido y real. En una explicación muy básica, la respuesta al estrés que tu cuerpo tuvo para hacer frente al abuso sexual puede haber creado cambios en tu cerebro en desarrollo; esto es especialmente el caso si este estrés elevado se mantuvo durante largos períodos de tiempo y sin el alivio, el apoyo o la influencia tranquilizadora de un padre u otra figura adulta de confianza. 3 Los cambios en tu cerebro provocados por este estrés pueden ser responsables de una serie de síntomas, y pueden afectar a la percepción del cerebro y la respuesta al dolor, y pueden, en combinación con factores genéticos, aumentar la respuesta inflamatoria del cuerpo.4

En su libro El cuerpo lleva la cuenta, Bessel van der Kolk5 explica la forma tan real en que el trauma puede afectar a la forma en que el cerebro percibe los estímulos, incluso mucho después de que hayan pasado los acontecimientos traumáticos:

Hemos aprendido que el trauma no es sólo un acontecimiento que tuvo lugar en algún momento del pasado; es también la impresión que deja esa experiencia en la mente, el cerebro y el cuerpo. Esta impresión tiene consecuencias constantes en la forma en que el organismo humano se las arregla para sobrevivir en el presente. El trauma provoca una reorganización fundamental del modo en que la mente y el cerebro gestionan las percepciones. Cambia no sólo cómo pensamos y en qué pensamos, sino también nuestra propia capacidad de pensar.
—Bessel van der Kolk
En definitiva, el dolor crónico, muy real y legítimo, que estás experimentando puede estar relacionado con los intentos de tu cerebro de hacer frente a lo que te estaba sucediendo.

Encontrando respuestas y alivio

Muchas sobrevivientes de abuso sexual nos dicen que han intentado todo tipo de cosas para manejar su dolor a lo largo de los años, con muy poco éxito. Tampoco tenemos la cura milagrosa, pero nos adherimos a la idea de que a medida que reconoces las formas en que el abuso sexual ha tenido un impacto en tu vida, te vuelves más capaz de tomar decisiones intencionales para ayudarte a manejar los efectos a largo plazo del trauma.

También es importante recordar que, aunque el dolor físico crónico no desaparezca del todo, el control de los síntomas puede suponer una mejora drástica en la sensación general de bienestar. Es probable que los altos niveles de estrés que tu cuerpo ha mantenido desde la infancia hayan exacerbado el dolor crónico que has estado experimentando, junto con otros síntomas. Y cuando implementas herramientas y estrategias para ayudar a aliviar este estrés hiperactivo, lo más probable es que experimentes un alivio en otras áreas, incluyendo tu dolor físico.

Recursos para ayudar con el dolor físico

A continuación, hay tres recomendaciones de nuestra biblioteca de recursos. Cada una de estas recomendaciones son herramientas que pueden ser efectivas para ayudarte a gestionar el dolor físico que estás experimentando actualmente. (Ten en cuenta que estos recursos no sustituyen el consejo de tu médico. Consulta a tu médico antes de participar en cualquier nueva actividad física/de movimiento).

Senior woman with eyes closed meditating, sitting cross-legged on floor
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RESPIRACIÓN RÍTMICA

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Woman bending over leg and holding on to foot
RECURSO DE SANACIÓN

Yoga

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Latina woman standing beside stove cooking
RECURSO DE SANACIÓN

NUTRICIÓN

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