Saprea > Recursos de sanación en línea >Síntomas comunes: Comportamientos malsanos
¿Qué moldea nuestros comportamientos?
Muchos sobrevivientes de abuso sexual infantil experimentan confusión, frustración o incluso vergüenza hacia algunos de sus propios comportamientos. Es posible que no sientan que tienen el control de ciertos comportamientos, o que sientan que no pueden cambiar un determinado comportamiento incluso cuando les gustaría hacerlo. En algunos casos, los sobrevivientes pueden no ser conscientes de que un comportamiento que realizan es malsano y probablemente contribuye a otras dificultades que experimentan.
Sea cual sea el caso, puede ser útil recordar que todo comportamiento tiene un propósito. Todos tenemos factores que influyen en nuestra forma de actuar, aunque no siempre seamos conscientes de ellos. Algunos de los elementos que ayudan a moldear a nuestros comportamientos son:
- Nuestra personalidad.
- Cómo nos adaptamos a nuestro entorno.
- Lo que nos han enseñado nuestros cuidadores.
- Lo que hemos observado.
- Lo que hemos aprendido en base a la experiencia directa.
- Lo que sentimos.
¿Qué hace que un comportamiento sea malsano?
Un comportamiento puede convertirse en insano cuando empieza a tener consecuencias negativas en nuestra salud física o mental.1 A veces puede que no entendamos por qué realizamos estos comportamientos y que incluso deseemos no haberlos realizado nunca (ya que pueden provocar problemas adicionales a largo plazo).
En casos en los que no entendemos por qué realizamos un determinado comportamiento, a menudo se debe a que ese comportamiento está siendo impulsado por el sistema límbico de nuestro cerebro. El sistema límbico es la parte instintiva y automática del cerebro que responde primero al estímulo recibido.5 Cuando el sistema límbico percibe el peligro, activa una necesidad emocional o física de sentirse seguro.
Esta respuesta es importante, sobre todo en situaciones en las que existen riesgos y peligros potenciales, como por ejemplo la de impulsarnos a apresurarnos cuando entramos en un callejón oscuro provocando una descarga de adrenalina. Por otro lado, estas respuestas pueden resultar problemáticas cuando el sistema límbico está siempre en alerta máxima incluso en situaciones en las que no hay ninguna amenaza. Este tipo de hipervigilancia es común entre las personas que han sufrido un trauma, como el abuso sexual infantil.
Cómo se relacionan los comportamientos malsanos con el abuso sexual infantil
A menudo, el sistema límbico de los sobrevivientes responderá a lo que percibe como una amenaza cuando en realidad no existe ninguna. Estas amenazas percibidas que el cerebro asocia con un trauma pasado son lo que se llaman detonantes. Y cuando el sistema límbico se activa, recurre a un comportamiento que nos ha ayudado a mantenernos a salvo o nos ha proporcionado alivio en el pasado.
Aunque algunos de estos comportamientos han sido útiles antes o pueden funcionar con moderación, a largo plazo el comportamiento puede volverse disfuncional y causar aún más angustia en la vida de los sobrevivientes. Por ejemplo, puede haberte ayudado a disociar cuando eras niño o adolescente para hacer frente a la insoportable realidad de haber sido abusado sexualmente. Pero como adulto, disociar durante una reunión con tu jefe o mientras das un discurso en una recaudación de fondos probablemente creará más ansiedad y desafíos.
Este es especialmente el caso si un sobreviviente sigue recurriendo a un comportamiento poco útil cada vez que se detona el sistema límbico, produciendo una dependencia excesiva de comportamientos de afrontamiento que proporcionan un alivio temporal pero crean más angustia en el futuro. Por ejemplo, elegir dormir a mitad del día porque te sientes mal y necesitas más descanso es útil. Sin embargo, optar por dormir durante horas cada día como forma de hacer frente a una respuesta emocional -como el estrés, el aburrimiento o la soledad- resulta inútil y puede provocar problemas adicionales, como el incumplimiento de los plazos, la ausencia en eventos importantes o el descuido de las relaciones.
¿Cuáles son comportamientos de afrontamiento malsanos?
Algunos de los comportamientos a los que recurren los sobrevivientes de abuso sexual infantil para escapar del dolor de su trauma son:
- Disociar
- Dormir
- Comer para consolarse
- Alcohol
- Drogas
- Compras
- Sexo
- Aislamiento
- Participar en relaciones disfuncionales
- Atracones de televisión
- Ejercicio excesivo
Comportamientos malsanos vs. Adicción
Existe una idea errónea de que estos comportamientos impulsados por las emociones son adicciones. Muchos pueden etiquetar su comportamiento como "adicción a la comida" "adicción a las compras" o "adicción al sexo". Sin embargo, queremos diferenciar entre el comportamiento motivado por las respuestas emocionales del sistema límbico y el comportamiento impulsado por una adicción fisiológica al alcohol o a las drogas. Si crees que puedes haber desarrollado una adicción a uno o más de estos ejemplos, te animamos a visitar nuestra página de Adicciones.
¿Es normal mi comportamiento malsano?
El uso de comportamientos malsanos para hacer frente a un sistema límbico detonado es común, incluso natural. Los comportamientos malsanos, como dormir, comer o ver la televisión en exceso, son fáciles de adoptar por defecto porque son nuestros recuerdos de "sentirnos seguros". Esto significa que hemos utilizado estos comportamientos en el pasado para hacer frente a nuestras emociones. Cuanto más caemos en esos comportamientos, más los asociamos con confort. La comodidad y la familiaridad que podemos sentir con un determinado comportamiento se debe a las vías neuronales muy trilladas que hemos creado en nuestro cerebro al repetir ese comportamiento una y otra vez. Estas vías se vuelven aún más difíciles de cambiar cuando carecemos del apoyo social de otras personas que puedan proporcionarnos ánimo, ayuda y validación.3
A continuación, se muestra un gráfico que representa cómo estas vías neuronales están vinculadas a los detonantes que encontramos y a nuestras respuestas a esos detonantes.
Cómo crear nuevos comportamientos intencionales
Puede que hayas confiado en comportamientos que te resultan cómodos y familiares pero que no son útiles a largo plazo. Tal vez has dependido de ellos durante muchos años y se han convertido en reacciones instintivas que utilizas todo el tiempo. Pero es posible cambiar estos comportamientos por habilidades de afrontamiento que te proporcionen alivio sin la carga adicional de las rutinas malsanas. Estas habilidades de afrontamiento se basan en un comportamiento intencionado en lugar de un comportamiento reactivo. Por ejemplo, en lugar de hacer frente a un acontecimiento familiar estresante gastando todo tu sueldo en una compra, puedes manejar ese estrés a través de un comportamiento más intencional como ir a una caminata, limpiar la casa, escuchar música relajante o buscar apoyo en alguien.
Cuanto más practiques estos comportamientos intencionados, más fácil será que los elijas en lugar de los comportamientos inútiles a medida que creas nuevas vías neuronales y establezcas nuevos hábitos. Al principio, puede resultar incómodo establecer estos nuevos comportamientos intencionales cuando los antiguos comportamientos todavía parecen mucho más conocidos e instintivos. Pero con el tiempo y la constancia, puedes hacer que tus nuevas estrategias de afrontamiento se conviertan intencionadamente en los comportamientos habituales de tu vida. En ocasiones, es probable que vuelvas a tus comportamientos más familiares mientras aprendes nuevos comportamientos, y eso no importa. Sólo recuerda ser paciente contigo misma y seguir trabajando en ello.
Cómo abordar los comportamientos malsanos
A continuación, hay tres recomendaciones de nuestra biblioteca de recursos. Cada una de estas recomendaciones son herramientas que pueden ser efectivas para ayudarte a gestionar cualquier comportamiento malsano que estés experimentando.
RECURSO DE SANACIÓN
RULETA DE EMOCIONES
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RECURSO DE SANACIÓN
DESARROLLAR PENSAMIENTO ASPIRACIONAL
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RECURSO DE SANACIÓN
CREAR COMPORTAMIENTOS INTENCIONALES
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