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¿Qué son los problemas de intimidad sexual?
Los problemas sexuales son comunes entre las personas de diversos orígenes y creencias, y la prueba de ello se puede encontrar examinando los estantes de la farmacia local; hay muchos productos que prometen más comodidad, mejorar la duración, o aumentar la sensibilidad - todo un indicio de que los problemas sexuales son comunes y preocupantes para quienes los experimentan.
De hecho, estudios recientes han demostrado que el 43% de las mujeres y el 31% de los hombres afirman tener algún grado de problemas sexuales.1 Las dificultades en el sexo pueden ser de corta o larga duración y pueden iniciarse (o amplificarse) por el estrés, las condiciones médicas, la genética y las hormonas. Incluyen una amplia gama de problemas, como por ejemplo:
- Dificultad para excitarse.
- Dificultad para experimentar un orgasmo.
- Experimentar altos niveles de dolor o malestar.
- Experimentar altos niveles de estrés o ansiedad.
- Evitar el sexo por miedo, ansiedad o baja autoestima.
Aunque estos problemas sexuales y otros más son comunes en la población general, los sobrevivientes de abuso sexual infantil pueden experimentar desafíos adicionales como resultado del trauma infantil.
¿Por qué los sobrevivientes de abuso sexual experimentan problemas sexuales?
Debido a que el abuso sexual es inherentemente sexual, el sexo puede servir como un recordatorio físico, mental o emocional del abuso. Esta es una respuesta muy natural teniendo en cuenta los esfuerzos del sistema límbico para mantener a una persona a salvo del trauma y otras experiencias desagradables. Por ejemplo, piensa en una ocasión en la que hayas comido mucho de un tipo de comida y luego te hayas enfermado. Es probable que sientas cierta resistencia a volver a comer ese alimento porque tu mente y tu cuerpo recuerdan lo que ocurrió en el pasado. Ciertamente, puedes llegar a un punto en el que puedas volver a comer ese alimento, pero probablemente será un proceso que implique pequeños pasos. Superar los problemas sexuales que son el resultado de un trauma sexual en la infancia o que están relacionados con él, también va a ser un proceso que implica pequeños pasos.
¿Cuáles son los problemas sexuales comunes en los sobrevivientes de abuso sexual?
Los sobrevivientes pueden asociar la excitación sexual con sentimientos de vergüenza y culpa, especialmente si experimentaron excitación sexual durante el abuso. Aunque estas respuestas son naturales y no significan de ninguna manera que el sobreviviente haya consentido o disfrutado del abuso, puede ser difícil para los sobrevivientes desenredar los sentimientos de vergüenza y traición de los sentimientos de placer sexual e intimidad. Esta vergüenza que continúa en la edad adulta puede sentirse como una barrera que impide a las sobrevivientes disfrutar o participar en actividades sexuales. Puede afectar a la forma en que los sobrevivientes perciben su cuerpo, así como sus deseos y necesidades como ser sexual. Puede afectar las relaciones actuales, las experiencias y el tipo de afecto que los sobrevivientes sienten que merecen.
También es común que las sobrevivientes de abuso sexual experimenten desinterés en la actividad sexual. A veces los sobrevivientes, a pesar del interés y el compromiso romántico, pueden sentirse detonados por actividades o entornos que les recuerdan las circunstancias que rodearon el abuso. Otras sobrevivientes experimentan dolor y/o incomodidad durante el coito (a menudo llamado vaginismo), lo que puede estar relacionado con los esfuerzos del sistema límbico por proteger al cuerpo del trauma respondiendo con señales fisiológicas (como el dolor).
Otras sobrevivientes pueden no sentir nada en absoluto durante el coito, experimentando un entumecimiento emocional. En situaciones más graves, las sobrevivientes pueden disociarse por completo. En estos casos, las sobrevivientes pueden sentirse tan desconectadas de su mente y su cuerpo que pierden el tiempo durante el coito, incapaces de recordar lo que sucedió o el tiempo que se disociaron. Algunas sobrevivientes también pueden experimentar una disociación tan severa que se sienten como si hubieran abandonado su cuerpo y estuvieran observando el coito desde un punto de vista de tercera persona.
Una vez más, estas respuestas no deseadas y perturbadoras suelen deberse a que el sistema límbico se detona por algo en su entorno o circunstancia asociado a su abuso pasado. Incluso es posible que tu pareja sexual te provoque una reacción detonante durante el coito, a pesar de ser una persona en la que confías plenamente y con la que te sientes totalmente segura. Cualquiera que sea el detonante, el sistema límbico alarmado querrá protegerte de un peligro mayor poniendo distancia entre tú y la situación en la que te encuentras, incluso si esa situación es una que estabas dispuesta a y emocionada de disfrutar.
Y aun otras sobrevivientes pueden sentir que el sexo es necesario para ser amadas, o que sus cuerpos son lo único que pueden ofrecer en una relación. Es posible que se centren en comportamientos sexuales de riesgo y que participen con frecuencia en ellos (a lo que a menudo se le llama "hipersexualidad").
Cómo afrontar los problemas de intimidad sexual
Aunque los problemas sexuales son bastante comunes entre la población en general, las sobrevivientes de traumas relacionados con el sexo pueden tener una relación especialmente difícil con su sexualidad y bienestar sexual. Afortunadamente, hay formas de ayudar a reducir la vergüenza, la confusión y los temores que las sobrevivientes pueden experimentar cuando se trata de la intimidad sexual. Y no importa en qué punto de tu jornada de sanación te encuentres y cuál sea tu mentalidad actual con respecto al sexo, queremos reiterar que aunque haya ocurrido abuso sexual en el pasado todavía es posible tener una relación saludable con la sexualidad.