Sospechar o descubrir que tu hijo ha sido víctima de abuso sexual plantea preguntas y preocupaciones difíciles, por no mencionar el impacto emocional que puedes sentir al enterarte del abuso. En Saprea nos esforzamos por ofrecerte el apoyo, los recursos y la buena información que necesitas para ayudarte a ti y a tu hijo a encontrar esperanza y sanación.
Cómo responder cuando ya ha ocurrido abuso sexual infantil
Creer y validar a tu hijo cuando revela un abuso sexual tiene un poderoso impacto en los resultados a largo plazo.1 Muchos niños pueden sentirse asustados, culpables o avergonzados, por lo que es crucial que le reafirmes tu confianza y apoyo.2,3 Evita culpar, expresar dudas o interrogar a tu hijo, y asegúrale que el abuso no fue culpa suya.
Creerle a tu hijo y adoptar medidas de apoyo son dos de las funciones más importantes que puedes desempeñar conjuntamente para ayudarle a sanar del abuso sexual. Algunos sobrevivientes cuentan que sus padres les creyeron, pero aun así ignoraron la situación o la encubrieron. Este tipo de respuesta puede hacer que el niño abusado se sienta invalidado, se enoje y tenga sentimientos prolongados de inutilidad.4
Es fundamental garantizar la seguridad de tu hijo e impedir que continúe el abuso. Interviene no permitiendo que el perpetrador tenga acceso a tu hijo, aunque eso signifique cambiarlo de equipo deportivo, acompañarlo a las actividades de su grupo juvenil, romper con alguien con quien ha estado saliendo o interrumpir las visitas para ver a familiares. Tus palabras tranquilizadoras a tu hijo serán importantes a medida que establezcas límites firmes para mantenerlo a salvo.
Ten en cuenta que la revelación de abuso sexual suele ser un proceso que lleva tiempo. A efectos de denuncia, puede ser necesario que obtengas más información sobre lo ocurrido. Deja que tu hijo hable a su ritmo, utilizando sus propias palabras. Hacer preguntas abiertas y no orientadas puede fomentar un entorno seguro y de apoyo en el que tu niño o adolescente pueda compartir los detalles que quiera.5
Haz Esto:
Preguntas abiertas
- "¿Puedes contarme lo qué pasó?”
- "¿Cuándo ocurrió? ¿Recuerdas el día o la hora?”
- "¿Qué estaba pasando antes de que eso ocurriera?"
- "¿Puedes describir lo que hizo?"
- "¿Puedes describir dónde te tocó?”
- "¿Había alguien cerca cuando ocurrió?"
- "¿Se dijo algo que te hizo sentir incómodo o asustado?"
- "¿Cuántas veces ha ocurrido algo así?"
No esto:
Preguntas orientadas
- "¿Te tocaron de forma inapropiada?"
- "¿Sucedió la semana pasada en el colegio?"
- "¿Estabas haciendo algo que le hizo pensar que esto era algo que querías?"
- "¿Dónde te hizo daño?”
- "¿Te tocó las partes íntimas por debajo de la ropa?”
- "¿Sucedió cuando estabas a solas con esa persona?”
- "Necesito saber si esa persona te amenazó para que te callaras".
- "¿Lo hizo más de una vez?"
Ofrece una respuesta compasiva y comprensiva si te revela los detalles del abuso sexual. Será importante que mantengas la calma y la compostura cuando te comuniques con tu hijo, ya que esto ayudará a su estado emocional y a su proceso de sanación. Tu papel principal en esta situación es apoyar a tu hijo y, en la medida de lo posible, evitar culparle o cuestionar su credibilidad. Es un momento importante para que le demuestres a tu hijo que serás un adulto seguro, de confianza y atento que le ayudará a navegar por el dolor y la incertidumbre que está experimentando. Y también es importante que te recuerdes a ti mismo -y a tu hijo- que estarán bien. Sanar del abuso sexual es posible, y tú serás su apoyo constante durante toda la jornada.
Cómo regular tus emociones como padre/cuidador
Es probable que experimentes una serie de emociones intensas al enterarte del abuso. Las preguntas pueden inundar tu mente: "¿Cómo ha ocurrido? ¿Qué podría haber hecho para evitarlo? ¿Qué debería hacer?" Pensar así es comprensible, y es probable que te lleve algún tiempo superar tu propio dolor. Será importante que participes en un autocuidado constante, pues es probable que tu hijo necesite recurrir a ti para un apoyo emocional y mental continuo. Como padre o cuidador, también necesitas un lugar seguro donde puedas compartir y procesar abiertamente tus emociones, preocupaciones y preguntas. Considera la posibilidad de unirte a un grupo de apoyo entre iguales, si hay alguno disponible. Si has sufrido personalmente abuso sexual en tu pasado, esta situación puede hacer aflorar emociones y recuerdos difíciles. Mantente atento a tus propias necesidades y busca el apoyo de los demás durante este difícil proceso.
Del mismo modo que escuchas atentamente a tu hijo y le aseguras que su bienestar es tu máxima prioridad, tú también puedes beneficiarte de una red de apoyo. Es importante que evites procesar tus emociones con tu hijo, dado que puede interpretar que él es la causa de tu angustia. Puede ser útil que trabajes con un profesional especializado en responder al abuso sexual infantil, como un terapeuta, un consejero u otro profesional médico. Estos profesionales, que comprenden las posibles repercusiones psicológicas, emocionales y conductuales del abuso sexual infantil, pueden orientarte sobre los pasos necesarios, prestar servicios al niño, remitirte a programas y servicios adicionales y ofrecer apoyo a toda tu familia.
¿Cuándo debo denunciar un abuso sexual?
Como adulto preocupado por la salud y el bienestar de un niño, es importante tener en cuenta cómo puede afectar al niño (tanto ahora como a largo plazo) si retrasas o evitas la denuncia. Cualquier persona, independientemente de su relación con el niño, puede presentar una denuncia cuando exista una sospecha razonable de abuso sexual infantil. Y, en algunas partes del mundo, puedes ser legalmente responsable de hacerlo. Las leyes varían de un lugar a otro. En algunos casos, puedes ser un informador obligatorio independientemente de tu ocupación; en otros casos, puedes ser un informador obligatorio únicamente en función de tu ocupación. Consulta con recursos de buena reputación que te ayuden a comprender tu responsabilidad.
Involucrar a otras personas y compartir este tipo de información sensible es intimidante, pero iniciar la denuncia crea una oportunidad para que las autoridades y los defensores de los niños se unan a ti para garantizar la seguridad y el bienestar del niño. Cuando denuncias un abuso, puede iniciar una investigación por parte de profesionales (fuerzas de seguridad, servicios de protección de menores, defensores de menores y otros) capacitados para tratar este tipo de casos. Podrán tomar medidas para proteger al niño y recabar más información. A medida que examinen los detalles y comprendan tu situación, podrán ofrecerte orientación, apoyo y ponerte en contacto con otros servicios necesarios. A veces eso puede incluir un recurso legal para el menor o tu familia. El sistema legal puede ayudar a buscar justicia, responsabilizar al abusador y proporcionar vías para buscar las protecciones necesarias.
Lamentablemente, a veces la experiencia de un niño enciende una alarma que acaba sacando a la luz un patrón de abusos por parte de un perpetrador. Al actuar y denunciar el abuso, puedes ayudar a evitar que ocurran más daños y ayudar a proteger a otros niños de posibles abusos. Al involucrar a las autoridades adecuadas, se pueden tomar medidas para garantizar la seguridad de muchos niños y hacer frente a cualquier riesgo existente en tu familia o comunidad.
Denunciar el abuso envía a tu hijo (y a otros niños) el mensaje de que lo que viven es importante. Denunciar envía a los agresores el mensaje de que tendrán que rendir cuentas de sus actos.
Denunciar el abuso sexual infantil a las autoridades legales
- Visita los sitios web de las organizaciones que aparezcan en los resultados de tu búsqueda y que sean relevantes para tus necesidades.
- Explora el contenido relacionado con la denuncia de abuso sexual.
- Busca secciones o páginas dedicadas que ofrezcan información sobre procedimientos de denuncia, recursos para sobrevivientes, números de teléfono de atención directa o datos de contacto de profesionales que puedan ofrecerte orientación.
- Toma nota de los recursos, herramientas o guías que ofrece la organización.
- Busca materiales que puedan ayudarte a comprender el proceso de denuncia, los derechos legales y los servicios de apoyo disponibles.
- Busca si proporcionan información sobre los requisitos locales de denuncia, como la información de contacto de las fuerzas de seguridad locales o de los servicios de protección de menores.
Frases clave útiles para tu búsqueda en Internet:
- "apoyo legal para la denuncia de abuso sexual"
- "apoyo legal para sobrevivientes de abuso sexual"
- "denuncia de abuso sexual"
- "defensa de las víctimas"
- "apoyo a sobrevivientes de abuso sexual en [nombre de tu ciudad, estado o región]"
Cómo abordar las preocupaciones sobre la denuncia del abuso sexual infantil
"Dudo en involucrar a la policía. Temo el impacto potencial sobre el bienestar y la estabilidad emocional de mi hijo".
Qué hacer:
"Me preocupa el impacto que tendrá en nuestra familia un proceso legal complicado".
Qué hacer:
"Me preocupan las posibles repercusiones para mi hijo, como represalias o nuevos traumas, si denuncio el abuso a la policía".
Qué hacer:
"Tengo dudas sobre la credibilidad de la revelación de mi hijo. Tengo dudas sobre involucrar a la policía sin pruebas concretas".
Qué hacer:
En cuanto a las denuncias falsas, estadísticamente son muy raras. Los investigadores sugieren que tan sólo el 2% de todas las denuncias hechas por niños son falsas.6 En cambio, hay un gran número de investigaciones que demuestran que el impacto de no ser creído cuando se revela un abuso sexual tiene un impacto acumulativo y perjudicial en la víctima.7 De hecho, algunos sobrevivientes informan de que no ser creídos fue más perjudicial para su bienestar mental y emocional a largo plazo que el abuso sexual.8 Se requiere mucho valor para revelar algo tan personal como el abuso sexual; en Saprea, nuestra postura es que creer en la revelación de un abuso es la mejor manera de empezar a apoyar a un ser querido.
También puedes buscar apoyo en profesionales con experiencia en investigaciones de abuso a menores, como centros de defensa de menores o entrevistadores forenses. Estos profesionales pueden realizar entrevistas o evaluaciones para recabar información adicional y determinar la mejor manera de proceder con la revelación. Su experiencia puede ayudar a resolver dudas y aclarar la veracidad del relato del niño.
Aunque puede que no tengas pruebas físicas de que se ha habido abuso sexual, la denuncia no requiere que demuestres que ocurrió. Se anima a denunciar siempre que una persona tenga motivos para sospechar que ha ocurrido/está ocurriendo algo, o siempre que un niño afirme que ha ocurrido/está ocurriendo algo. En última instancia, es tarea de la investigación reunir pruebas, pero la investigación no tendrá lugar a menos que haya una denuncia que la inicie. Cuando se trata de proteger a los niños, es mejor denunciar y descubrir que no era necesario, en lugar de evitar la denuncia para descubrir más tarde que podrías haber sido clave para intervenir en favor de un niño.
Ofrecer apoyo continuo a tu hijo
Hay otras cosas que tú, como padre, puedes hacer para ayudar a tu hijo a procesar y sanar el trauma del abuso sexual, así como a reducir sus repercusiones a largo plazo. La relación que tengas con tu hijo es fundamental para reducir el riesgo de revictimización y ayudarle a sanar.
Es menos probable que los niños vuelvan a ser víctimas y más probable que desarrollen mejores estrategias de afrontamiento cuando se sienten seguros, queridos y confiados en sus capacidades para aprender y superar los retos y pueden identificar a quién pueden recurrir cuando necesiten ayuda.
Un niño que ha sufrido abuso sexual puede sentir que le han quitado su autonomía. Mientras te centras en restablecer la sensación de seguridad y fortaleza de tu hijo, consulta estos consejos prácticos para fomentar su confianza, establecer y comunicar límites y aumentar su bienestar emocional.
Estamos juntos en esto
¿Qué organizaciones pueden ofrecer apoyo y recursos?
(1-800-422-4453)
(Rape, Abuse & Incest National Network)
(1-800-799-7233)
recursos internacionales
España
Colombia
Perú
Paraguay
Chile
Argentina
México
¿Qué otras organizaciones regionales/locales pueden prestar apoyo?
Busca recursos comunitarios, organizaciones, grupos de defensa o servicios sociales accesibles en tu zona que den prioridad a empoderar a sobrevivientes y darles voz. Pueden proporcionarte a ti y a tu hijo información, recursos y herramientas para tomar decisiones informadas y recuperar la sensación de control sobre tu vida. Busca personas y organizaciones que se dediquen a mantener la confidencialidad adecuada y a proteger la privacidad de los sobrevivientes.
Dichas organizaciones pueden adoptar formas y escalas diferentes dependiendo de dónde vivas. Las organizaciones de alta calidad y los trabajadores que ayudan en ellas suelen reconocer la importancia de la colaboración con otros grupos, redes y profesionales para mejorar sus servicios y sistemas de apoyo. Pueden colaborar estrechamente con las fuerzas del orden, los proveedores de servicios de salud, las agencias de servicios sociales y los profesionales del derecho para garantizar una respuesta coordinada a las necesidades de las personas y las familias que están en crisis o que trabajan para sanar.
Algunas organizaciones o recursos ofrecen una serie de servicios de apoyo holísticos para abordar las diversas necesidades de las personas afectadas por el abuso sexual infantil. Cuando te pongas en contacto con ellos, pregúntales cómo pueden ayudarte con:
- Intervención en crisis
- Apoyo emocional
- Consejería o terapia
- Defensa legal o ayuda para navegar por el sistema de justicia penal
- Planificación de la seguridad
- Defensa del cuidado de la salud
- Referencias a otros recursos comunitarios, como asistencia con el cuidado de la salud o vivienda.
¿Qué es la atención informada sobre el trauma?
¿Debo ponerme en contacto con grupos de defensa?
Los grupos de defensa trabajan para aumentar la concienciación sobre el abuso sexual, promover cambios políticos y defender mejoras sistémicas para apoyar a los sobrevivientes. También pueden ofrecer orientación y apoyo a lo largo de los procesos legales, como ayudarte a comprender tus derechos y proporcionarte información sobre las opciones legales.
Los grupos de defensa suelen involucrarse en la educación de la comunidad y en los esfuerzos de prevención para aumentar la concienciación sobre el abuso sexual, promover relaciones sanas y prevenir la victimización. Proporcionan material educativo, talleres y formación a particulares, escuelas, lugares de trabajo y otras organizaciones comunitarias para promover la comprensión y la prevención del abuso sexual. Incluso si el abuso ya ha ocurrido, puedes encontrar empoderamiento al prestar tus esfuerzos para evitar que otros sufran abusos de forma similar.
Acceder al poder de los grupos de apoyo dirigidos por iguales o de la terapia de grupo
“Terapia de grupo” se refiere a reuniones especializadas o grupos de asesoramiento supervisados/dirigidos por un profesional de la salud mental licenciado. Suelen estar muy estructurados y se centran en temas específicos.
“Grupos de apoyo entre compañeros” pueden adoptar muchas formas distintas y no suelen estar supervisados por un terapeuta o un profesional clínico. Pueden adaptarse para servir a participantes en distintos entornos y con diversos enfoques.
Busca entornos de apoyo donde puedas compartir tus experiencias, adquirir conocimientos sobre la recuperación del trauma y aprender estrategias de afrontamiento de los demás. Además, las comunidades o foros de apoyo en línea dedicados a las personas afectadas por el abuso sexual infantil pueden proporcionar una opción cómoda y accesible para los padres que buscan apoyo. Sin embargo, no siempre están moderados de forma transparente ni ofrecen un acceso justo a los recursos locales.
Si has pensado en acceder a recursos de apoyo para un niño que ha sufrido abuso sexual, es natural que te sientas bastante abrumado y tal vez un poco inseguro de por dónde empezar. Pero buscar apoyo es un paso importante y un acto de valentía que puede brindar muchos beneficios.
Recuerda cuidar de ti mismo
Aunque el bienestar de tu hijo es una prioridad comprensible, cuidar de ti mismo es igualmente importante. Recuerda que cuando practicas el autocuidado, estás mejor preparado para apoyar a tu hijo. Ocuparte de tus propias necesidades puede ser tan sencillo como reservar tiempo para involucrarte en actividades que te gusten, ponerte en contacto con amigos o familiares que te apoyen, o buscar tu propio apoyo emocional mediante asesoramiento o terapia.
Cuanto más empoderado estés para tomar medidas y acceder a los recursos que tienes a tu disposición, más probable será que tú y tu hijo sientan el apoyo que necesitan para avanzar en la lucha contra los efectos del abuso sexual infantil.