Vida, Alegría y Abundancia
Crecí escuchando que me decían que estaba loca y que me inventaba cosas, así que me lo creía y sentía que no podía confiar en mis propios recuerdos. A los 11 años me di cuenta de que quería morir, y no creía tener la capacidad de llevar una vida normal. Me odiaba a mí misma y a mi cuerpo, y empecé una batalla de por vida contra los trastornos alimentarios, las autolesiones, la depresión y el abuso de sustancias químicas. Hacía cualquier cosa para adormecer y mantener alejado el dolor.
Afortunadamente, mi vida se salvó cuando asistí a un programa de recuperación espiritual. Siempre estaré agradecida por cómo me ayudó a sanar espiritualmente. Era una persona diferente y más libre gracias a ello. Después de ese programa, los recuerdos reprimidos de abuso sexual de mi infancia aparecieron con más fuerza y frecuencia que nunca, y no sabía de qué otra forma podía ayudarme.
Me encantaba la vida y me iba mejor que nunca, pero mi mente y mi cuerpo luchaban constantemente contra lo que aún no había resuelto del abuso. Me trajo de vuelta tanto miedo y ansiedad, y síntomas de trastorno de estrés postraumático (TEPT). Seguía sintiéndome desconectada de mí misma.
Empecé terapia y EMDR, y mi terapeuta me habló del Retiro Saprea. Dudaba de que 4 días pudieran marcar la diferencia con toda la recuperación que ya había hecho, pero estoy tan contenta de haber ido. El retiro fue el catalizador para que empezara a asistir a una clase de yoga sensible al trauma, y con los esfuerzos combinados del yoga y el asesoramiento, me he liberado por completo.
Mi cuerpo y mi mente ya no se sienten desconectados. Estoy al otro lado del abuso. No soy una víctima y ya no controla mi presente ni mi futuro. Estoy agradecida a todos y a todo lo que ha formado parte de mi jornada de sanación. Me ha llevado tiempo y paciencia llegar a donde estoy ahora, y me alegro de no haberme rendido en los momentos más desesperados. Ha habido tanta vida, alegría y abundancia al otro lado. Nunca te rindas y nunca dejes de buscar la ayuda que necesitas.
-Lindsay, Sobreviviente