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Síntomas comunes experimentados por adultos sobrevivientes de abuso sexual infantil

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Síntomas comunes experimentados por adultos sobrevivientes de abuso sexual infantil

El abuso sexual infantil puede tener efectos debilitadores duraderos a lo largo de la vida de los sobrevivientes. Las repercusiones del trauma sexual son profundas y de gran alcance, y afectan a todos los aspectos de la vida de una persona: física, psicológica, cognitiva y socialmente. Pero ¿por qué ocurre esto?

Por qué los sobrevivientes de traumas experimentan síntomas duraderos

Se dice que el trauma es algo que se experimenta con todo nuestro ser. En El cuerpo lleva la cuenta, el Dr. Bessel van der Kolk afirma: «Hemos aprendido que el trauma no es sólo un acontecimiento que tuvo lugar en algún momento del pasado; es también la huella que deja esa experiencia en la mente, el cerebro y el cuerpo. Esta huella tiene consecuencias permanentes sobre la forma en que el organismo humano consigue sobrevivir en el presente".

Durante los años de formación, los niños empiezan a establecer un sentido del yo y de la identidad interpretando sus experiencias, sacando conclusiones sobre su valía personal y, luego, construyendo una narrativa sobre el mundo a partir de esas experiencias. A medida que el cerebro sigue desarrollándose hasta la edad adulta, esos sistemas de creencias fundamentales crean cambios estructurales en el cerebro mediante la formación de neurovías y se convierten en la base de cómo se ven a sí mismos, establecen relaciones y reaccionan ante las situaciones.

Por ejemplo, cuando un niño se cría en un entorno de apoyo y cuidado, con límites claros, rutinas coherentes y una comunicación respetuosa, puede interpretar el mundo como algo seguro, establecer conexiones interdependientes de confianza y tender a ser flexible con sus expectativas. También pueden formarse creencias básicas saludables, como: «Soy ___» (por ejemplo, capaz, inteligente, fuerte, adorable, etc.). Por desgracia, el abuso sexual puede tergiversar la forma en que el niño se ve a sí mismo, ve el mundo y se relaciona con los demás. Cuando se experimenta un trauma sexual, el niño puede llegar a la conclusión de que «no puedo confiar en nadie», «es culpa mía», «soy ___» (por ejemplo, malo, inútil, sucio, que no se puede querer, una carga, estropeado, impotente, débil, un fracaso, inadecuado, etc.).

Cuando estas conclusiones destructivas se convierten en la realidad mal percibida del niño, todas las experiencias futuras se filtran a través de este sistema de creencias, lo que puede llevar al individuo a sentirse triste, ansioso, avergonzado, temeroso, confuso y solo. A veces, en un intento de gestionar estas emociones incómodas, el individuo intenta afrontarlas adoptando comportamientos poco saludables (por ejemplo, consumo de sustancias, conductas sexuales de riesgo, disociación, entumecimiento emocional, autolesiones, dormir demasiado, trastornos alimentarios, etc.). Cuando una persona utiliza estas conductas de afrontamiento mal adaptadas para enfrentarse a situaciones detonantes y emociones angustiosas, las vías neuronales vuelven a reforzarse.

Lo que se conecta, se activa juntamente
En 1949, un neuropsicólogo llamado Donald Hebb desarrolló la frase «las neuronas que se disparan juntas se conectan». Esta frase se utilizó para describir cómo se forman las vías neuronales en el cerebro, responden juntas ante el mismo estímulo y luego se refuerzan mediante la repetición. Por ejemplo, si la excitación y el miedo se «dispararon y cablearon» juntos de niño, es probable que luego se experimente angustia durante los momentos de intimidad sexual. Otro ejemplo puede ser que el agresor tuviera bigote, y cada vez que las sobrevivientes se cruzan con alguien con un patrón similar de vello facial, pueden experimentar pánico y sentirse inseguras sin darse cuenta. Sin embargo, aunque se hayan desarrollado respuestas traumáticas en la vida de una persona, pueden, mediante prácticas de sanación intencionadas, disminuir con el tiempo.

Respuesta al trauma en el cerebro y el cuerpo

Muchas víctimas de abuso sexual experimentan respuestas biológicas consideradas normales en un esfuerzo por hacer frente a una situación anormal. El sistema límbico, que actúa como un centro de mando, es un complejo conjunto de estructuras dentro del cerebro responsable de la respuesta al estrés de lucha o huida. Cuando se activa el sistema límbico, las glándulas suprarrenales y la hipófisis liberan rápidamente hormonas del estrés, como el cortisol, la adrenalina y la norepinefrina, que inician una cadena de respuestas fisiológicas en el sistema nervioso simpático que ayudan a la supervivencia.

Cuando las experiencias se interpretan como peligrosas, el cerebro y el cuerpo se preparan para la supervivencia, ya sea para luchar o para huir de la situación. El cerebro envía una señal para liberar hormonas del estrés en el torrente sanguíneo. El cuerpo responde dilatando las pupilas para mejorar la vista, se abren las vías respiratorias, aumenta la frecuencia cardiaca y la sangre rica en oxígeno se desvía del sistema digestivo y se redirige a los músculos. Cuando la amenaza se alivia y el peligro ha pasado, el sistema nervioso parasimpático, que actúa como respuesta de reposo y digestión, ayuda a regular las funciones corporales. Los músculos se relajan, el ritmo cardíaco disminuye, las pupilas se contraen, la tensión arterial baja y se reanuda la conservación de la energía.

Cuando alguien sufre abuso y las vías neuronales se ven reforzadas por creencias básicas negativas, las respuestas del sistema límbico pueden agravarse y dar lugar a una miríada de síntomas a largo plazo que perjudican el funcionamiento cotidiano. La activación repetida de la respuesta al estrés puede tener un efecto cada vez más negativo en el organismo. Unos niveles crónicamente elevados de hormonas del estrés pueden provocar dolencias físicas a largo plazo, como inmunosupresión, daños renales, problemas intestinales, dolores de cabeza, hiperglucemia, aumento de peso, insomnio, irritabilidad, depresión, ansiedad e hipertensión, lo que aumenta el riesgo de infartos de miocardio y/o accidentes cerebrovasculares.

Estudio sobre experiencias infantiles adversas

En 1995, Kaiser Permanente y el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades llevaron a cabo un estudio longitudinal con 17,337 participantes para medir los efectos de 10 experiencias infantiles adversas, referidas como ACE, por sus siglas en inglés, (por ejemplo, abuso emocional, abuso físico, abuso sexual, madre tratada violentamente, abuso de sustancias en el hogar, enfermedad mental en el hogar, separación/divorcio de los padres, miembro del hogar encarcelado, negligencia emocional y negligencia física). Este monumental estudio concluyó que cuanto más alta es la puntuación, mayor es el riesgo de que una persona desarrolle enfermedades cardiacas, cáncer, diabetes, alcoholismo, consumo de drogas ilícitas, estrés económico, depresión, intentos de suicidio, embarazos no deseados, violencia sexual, bajo rendimiento académico y muerte prematura.

El estudio reveló que el 64% de los adultos de Estados Unidos declararon haber experimentado un tipo de ACE, y el 17,3% de los adultos declararon haber experimentado cuatro o más tipos de ACE. Teniendo en cuenta la prevalencia de las ACE, combinada con los efectos físicos y psicológicos asociados, se ha calculado que las consecuencias para la salud relacionadas con las ACE conllevan una carga económica estimada en 748,000 millones de dólares anuales.

Síntomas comunes del trauma

Aunque la jornada de cada sobreviviente es única, hay retos y síntomas comunes a los que muchos pueden enfrentarse en su camino hacia la sanación, que pueden incluir:

Físicos

  • Dolor crónico: dolores de espalda, tensión en cuello y hombros, dolores de cabeza, articulaciones, nervios, problemas gastrointestinales, etc.
  • Sueño: insomnio, hipersomnia, pesadillas, parasomnia, parálisis, etc.
  • Varios: fatiga, respiración superficial/hiperventilación, sequedad de boca, náuseas, vómitos, palpitaciones, temblores, sudoración, hipervigilancia, nerviosismo, inquietud, etc.

Psicológicos

  • Adicción: drogas ilegales, medicamentos recetados, alcohol, fumar, vapear, etc.
  • Evitación: situaciones, lugares y personas que recuerdan el trauma, contacto visual, procrastinación, falta de motivación, indecisión, expresión emocional, intimidad, relaciones, etc.
  • Disociación: flashbacks, entumecimiento emocional, afecto plano y desconexión de pensamientos, sentimientos, recuerdos o realidad, etc.
  • Baja Autoestima: lucha con sentimientos de culpa, vergüenza, valía personal, crítica excesiva de uno mismo, autoculpabilización, sensación de ser fundamentalmente defectuoso, autopercepción negativa, creencia de que nunca se es lo suficientemente bueno, perfeccionista, etc.
  • Estado de ánimo: emociones desreguladas e intensas, fácilmente abrumado y sobre estimulado, ideación suicida, paranoia, ansiedad, depresión, ataques de pánico, rabia, desesperación, impotencia, desesperanza, irritabilidad, etc.
  • Afrontamiento insostenible: trastornos alimentarios, abuso de sustancias, conductas sexuales de riesgo, pornografía, autolesiones, desatención de las necesidades médicas, agresividad, reacciones impulsivas, exceso de cumplimiento, ludopatía, compras incontroladas, ejercicio compulsivo, uso excesivo de redes sociales y videojuegos, etc.

Cognitivos

  • Concentración: dificultad para tomar decisiones, retraso en el procesamiento de la información, alteraciones de la concentración, pensamientos rumiantes o intrusivos, pensar demasiado, obsesionarse, etc.
  • Funcionamiento ejecutivo: dificultad para planificar, organizar, gestionar el tiempo, coordinar, autocontrolarse, resolver problemas y tomar decisiones.
  • Memoria: dificultades con la codificación, el reconocimiento, la retención y el recuerdo.

Sociales

  • Comunicación: evasión de temas profundos, necesidades no expresadas, verbalización de límites, discusiones, pasividad/agresividad, culpar, eludir la confrontación, actitud defensiva, interrumpir, etc.
  • Intimidad: evitación del contacto físico, aumento de la sensación de vulnerabilidad, sensación de inseguridad, dificultades para establecer y mantener límites, miedo al abandono, incapacidad para establecer conexiones profundas, dificultad para establecer relaciones, apegos enfermizos, etc.
  • Aislamiento: retirarse de las interacciones y actividades sociales, lo que provoca sentimientos de soledad, incapacidad para buscar apoyo o pedir ayuda, no salir de casa, etc.
  • Relaciones: relaciones disfuncionales con la familia, los amigos y la pareja, control excesivo, codependencia, expectativas poco realistas, incapacidad para confiar, etc.

Cómo afrontar y controlar los síntomas del trauma

Aunque todo lo anterior explica «por qué» se producen síntomas comunes a largo plazo tras el abuso sexual infantil y describe «en qué consisten»estos síntomas debilitantes comunes, puede hacer que uno se sienta abrumado y/o tranquilizado. Es normal sentir una o ambas emociones simultáneamente. La tranquilidad puede venir con la idea de que «no estoy loca, y mis emociones no son una locura, pero lo que me ocurrió fue una locura» y la comprensión de que «hay una razón por la que me siento/actúo así». Ten la seguridad de que la jornada de sanación no tiene por qué acabar ahí.

El Dr. Dan Siegel, profesor clínico de psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), acuñó la frase «ponle nombre para domarlo», en la que explica que cuanto más notes e identifiques tus emociones y sensaciones corporales, más fácil te resultará gestionarlas. Idealmente, discernir el «qué» y el «por qué» de estos síntomas ayudará a las sobrevivientes a reducir la vergüenza, fomentando la autocompasión y la comprensión de los pensamientos, las emociones y las reacciones corporales al trauma sufrido, al tiempo que aumenta su capacidad para afrontarlo eficazmente cuando se detona. Los sobrevivientes pueden aprender a responder en lugar de reaccionar a los detonantes mediante cambios de conducta intencionados, practicando repetidamente técnicas de conexión o enraizamiento y estrategias de afrontamiento saludables. Al hacerlo, las estructuras de su cerebro pueden adaptarse, crecer y cambiar mediante el proceso de neuroplasticidad que, en última instancia, hace que estos cambios sean más fáciles de mantener.

Entre estos pasos iniciales hacia la recuperación está reconocer que el abuso ocurrió y el impacto que tuvo en la propia vida. El reconocimiento es una práctica de sanación que implica mirar al pasado y al presente con claridad y mostrar compasión por dónde has estado y dónde estás ahora. Una segunda práctica de sanación es ser más consciente. La Atención Consciente consiste en prestar atención a propósito, con amabilidad y curiosidad, al momento presente. Por último, uno de los pasos finales para recuperar la esperanza es identificar una meta aspiracional hacia el bienestar. La aspiración es una práctica de sanación que implica dirigir tus pensamientos y acciones hacia la sanación. Este enfoque del pasado, el presente y el futuro abarca un marco holístico para la sanación del trauma.

A pesar de que las sobrevivientes experimentan muchos síntomas complejos, es esencial reconocer que la sanación es posible. Aunque el trauma sexual no es culpa tuya, la sanación es tu responsabilidad. Muchos individuos se han embarcado en la jornada de la sanación, haciendo diligentemente el trabajo y encontrando su camino hacia un lugar de prosperidad. Sus historias sirven como faros de esperanza, recordándonos que, a pesar de la oscuridad del pasado, hay luz por delante. Recuerda, la sanación no es lineal; está bien y es normal tener contratiempos en el camino. Sigue avanzando, paso a paso, y confía en que te esperan días mejores. Con paciencia durante la jornada, buscando apoyo, permitiéndote sentir y alimentando la autocompasión, la sanación se convierte en una posibilidad y en una realidad tangible. Cuídate, honra tu jornada y cree en el poder de la resiliencia para transformar el dolor en fortaleza. Juntos podemos crear un futuro en el que las víctimas de abusos no sólo sobrevivan, sino que prosperen.

Recursos de sanación de Saprea

En Saprea nos dedicamos a educar a los demás sobre el impacto del abuso sexual infantil, promoviendo pautas de comportamiento más sanas y abordando las respuestas de supervivencia de adaptación inadecuada. Aprovechando las últimas investigaciones, ofrecemos una amplia gama de recursos diseñados para sobrevivientes y sus redes de apoyo.

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Seminario Web de Sanación

Saprea imparte un Seminario Web de Sanación gratuito, interactivo y educativo, de 4 horas y media de duración, diseñado para ayudar a las sobrevivientes adultas a iniciar su sanación desde casa. El Seminario Web está dirigido por una terapeuta clínica especializada en recuperación de traumas, junto con una facilitadora. Las sobrevivientes tendrán la oportunidad de participar en clase, entablar discusiones de grupo, conectarse conscientemente con su cuerpo y crear una comunidad con otras sobrevivientes.

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Retiro Saprea

Saprea brinda un retiro gratuito de cuatro días en Utah para mujeres adultas sobrevivientes de abuso sexual infantil, clínicamente informado y dirigido por un equipo de terapeutas y gestores de casos licenciados. Por ahora disponible solo en inglés. El retiro enseña a las sobrevivientes los efectos del trauma, les brinda la oportunidad de aplicar herramientas de sanación y crea una comunidad de apoyo. Después, se invita a las participantes a que continúen su aprendizaje en cursos posteriores en línea, en los que se profundiza en la comprensión y aplicación de los principios de sanación.

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Grupos de apoyo para sobrevivientes de abuso sexual

Saprea ofrece grupos de apoyo presenciales y virtuales dirigidos por sobrevivientes, con personas que han compartido experiencias y motivación para crear una comunidad de seguridad emocional, comprensión y deseo de crecimiento. Las facilitadores reciben capacitación para dirigir estos grupos respaldados por la investigación e informados clínicamente en un entorno confidencial y enriquecedor en el que las sobrevivientes pueden conectar entre sí, brindarse validación, empatía y solidaridad en la jornada de sanación.

Además de prestar servicios de sanación a mujeres adultas sobrevivientes de abuso sexual infantil, Saprea brinda educación para la prevención de los abusos y trabaja para aumentar la concienciación del público sobre este problema. Obtén más información sobre Saprea, una organización sin fines de lucro 501(c)(3), y sobre lo que puedes hacer para participar.

Sobre el autor/a

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Rachel Gardner, L.C.S.W.

TERAPEUTA CLÍNICA
Rachel completó su maestría en Trabajo Social en la Universidad del Sur de California en 2012 y obtuvo su licencia en Trabajo Social Clínico después de trabajar con diversas poblaciones a lo largo de la vida en una variedad de entornos hospitalarios y ambulatorios. Está capacitada en Terapia Cognitivo-Conductual Centrada en el Trauma (TFCBT), Terapia Dialectal Conductual (DBT), Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares (EMDR), Sistemas Familiares Internos (IFS), Terapia Centrada en las Emociones (EFT), Terapia Familiar Estructural, Brainspotting, Terapia con Bandeja de Arena, Psicoterapia Asistida por Equinos, Sanación por Sonido, y está trabajando para obtener la certificación en Terapia de Yoga. A Rachel le apasiona despertar la esperanza, fomentar la perseverancia y promover el equilibrio a lo largo de la jornada de transformación de sus clientes para que puedan alcanzar su máximo potencial y prosperar. Le inspira y le rejuvenece capacitar a las personas para que crezcan de forma sostenible, y se siente honrada y humilde de que se le permita recorrer con ellas el camino de la sanación. En su tiempo libre, Rachel experimenta con nuevas recetas, organiza noches de juegos, va al gimnasio, hace voluntariado, trabaja en el jardín, crea vínculos con su caballo, se acurruca con sus gatos y explora la naturaleza acampando, haciendo senderismo, en bicicleta, en kayak y montando a caballo.

Estatuto de Prescripción de los Abusos Sexuales

Dad with his hand on his son's shoulder sitting on a couch having a conversation

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Estatuto de Prescripción de los Abusos Sexuales

En nuestro trabajo con personas que sufrieron abusos sexuales, a menudo hablan de la carga que supone sopesar las difíciles interrogantes sobre cuándo dar a conocer los detalles del abuso que sufrieron. Se preguntan si deben emprender acciones legales o si eso es siquiera una opción cuando los abusos se produjeron hace muchos años.
estatuto de prescripción o limitaciones
Una ley que establece un límite de tiempo para que alguien pueda emprender acciones legales por un delito o infracción en particular.

Un estatuto de prescripción o limitaciones es una ley que establece un límite de tiempo para que alguien pueda emprender acciones legales por un delito o infracción en particular. En pocas palabras, después de que se produzca un delito, hay un periodo de tiempo determinado en el que la policía o la justicia pueden acusar a alguien, o una víctima puede demandar por daños y perjuicios. Si pasa ese tiempo, las opciones legales caducan, aunque haya pruebas o alguien confiese el delito.

Por ejemplo, supongamos que el plazo de prescripción del robo es de cinco años. Si una persona comete un robo, pero nadie emprende acciones legales durante esos cinco años, el delincuente ya no podrá ser acusado de ese delito específico.

¿Por qué existen los plazos de prescripción?

Estas leyes tienen por objeto fomentar la pronta actuación, garantizar que las pruebas pertinentes puedan examinarse a tiempo y brindar cierto grado de certeza de que el delito ha ocurrido. Los estatutos de prescripción varían según el tipo de delito y la jurisdicción en la que se perpetró. La idea de un estatuto de prescripción para el abuso sexual infantil se ha examinado recientemente con una mayor comprensión de los impactos a largo plazo del trauma infantil y de las razones por las que los sobrevivientes suelen retrasar la revelación del abuso que sufrieron.

De hecho, algunos estudios indican que más del 25% de los sobrevivientes no lo revelan hasta que llegan a la edad adulta. Factores como la vergüenza, el miedo, el estrés traumático y las relaciones de dependencia con los agresores pueden retrasar la voluntad o la capacidad de los sobrevivientes para revelar los abusos.1 La tendencia que están adoptando muchos gobiernos a eliminar o ampliar los estatutos de prescripción penales y civiles refleja el reconocimiento de que los sobrevivientes a menudo necesitan muchos años para procesar su trauma y revelar los abusos sufridos.

Reconociendo esta dinámica, ha habido un aumento de la reforma del estatuto de prescripción desde principios de la década de 2000, cuando se informó con mayor atención de varios escándalos de abusos sexuales a menores. Entre 2002 y 2020, más de 30 estados de los Estados Unidos modificaron sus leyes para ampliar o eliminar los plazos de prescripción. Uno de los ajustes más tempranos y de mayor envergadura se produjo en 2019, cuando Nueva York amplió su estatuto para permitir a los sobrevivientes presentar cargos hasta los 28 años de edad en los casos de delitos graves e interponer demandas civiles hasta los 55 años.2 Muchos defensores de las víctimas consideran que este periodo de cambio valida a los sobrevivientes de abusos y mejora la capacidad de las personas para buscar justicia.

25%+
de los sobrevivientes no lo revelan hasta que llegan a la edad adulta.

¿Cuál es el estatuto de prescripción que existe en mi zona?

A partir de 2024, 44 estados han eliminado completamente los estatutos de prescripción para ciertos tipos de delitos sexuales graves contra menores, mientras que otros tienen estatutos que van de 3 a más de 30 años después de que los sobrevivientes alcancen la edad adulta. En muchos estados, los sobrevivientes aún pueden presentar cargos civiles, ya que no hay estatuto de prescripción. Otros estados tienen leyes con ventanas abiertas para que las víctimas presenten sus denuncias por abusos pasados, aunque hayan sido víctimas hace más de 20 años.3

Varias organizaciones y organismos ayudan a los sobrevivientes de abusos sexuales a acceder a información actualizada sobre el estatuto de prescripción de su estado. Puedes obtener más información en RAINN y CHILD USA, que brindan desgloses de las distintas leyes de cada estado o territorio.

¿Cuál es la diferencia entre un estatuto de prescripción, una ventana retrospectiva, una ley de reactivación o una "ventana de reactivación"?

Las ventanas retrospectivas brindan una suspensión temporal del estatuto de prescripción, permitiendo a los sobrevivientes llevar sus casos ante los tribunales cuando no podían hacerlo por haber expirado el estatuto de prescripción. Estas ventanas pretenden abordar el retraso en la denuncia de los abusos sexuales, que podría haberse visto influido por el trauma, el miedo o la manipulación del agresor. Aunque una demanda civil adopta una forma distinta a la de un juicio penal, estas oportunidades ofrecen a quienes sufrieron abusos sexuales la posibilidad de enfrentarse legalmente a las personas u organizaciones que fueron parte en la fechoría.

El Instituto Sean P. McImail de Investigación sobre el Estatuto de Prescripción explica: “Las leyes de reactivación establecen un periodo de tiempo específico durante el cual los sobrevivientes pueden presentar ante los tribunales demandas civiles previamente caducadas. Hay dos tipos de leyes de reactivación: (1) plazos de reactivación y (2) reactivación de límites de edad. Cuando el periodo de reactivación es un periodo de tiempo determinado tras la aprobación de la ley, se le llama ventana de reactivación, y las demandas pueden presentarse mientras la ventana esté abierta. Los Estados han abierto ventanas durante unos años o permanentemente. Cuando el periodo de reactivación se fija en la edad del sobreviviente, se le llama reactivación de límites de edad, y las reclamaciones pueden presentarse hasta que los sobrevivientes alcancen esa edad específica. La edad que eligen los Estados oscila entre los 27 y los 55 años”.4

¿Cómo puedo encontrar información sobre los estatutos de prescripción en países distintos de Estados Unidos?

Puedes considerar la posibilidad de consultar sitios web o recursos oficiales del gobierno, como los del Ministerio de Justicia o del poder legislativo nacional. Estos suelen brindar información detallada sobre leyes y estatutos. También hay bases de datos jurídicas que ofrecen información más detallada:

  • Instituto Mundial de Información Jurídica (WorldLII): WorldLII ofrece información jurídica de varios países.
  • Algunas universidades y organizaciones ofrecen herramientas de investigación sobre derecho internacional. Por ejemplo, la Universidad de Nueva York tiene GlobaLex. Un proyecto de la Organización Internacional para el Derecho del Desarrollo (IDLO), brinda recursos y documentos jurídicos sobre diversas áreas y temas del derecho internacional.

Además, las búsquedas en Internet pueden ayudarte a encontrar más información sobre las leyes de tu zona. Utiliza términos de búsqueda como “estatuto de prescripción del abuso sexual [país]” o “[país] leyes sobre abuso sexual”.

Tomando medidas legales y denunciando los abusos

Denunciar los delitos sexuales contra menores a las fuerzas de seguridad lo antes posible suele brindar las mejores posibilidades de éxito en el enjuiciamiento. Sin embargo, este proceso puede ser muy exigente y difícil. Aunque el estatuto de prescripción penal haya expirado, los sobrevivientes pueden tener otras opciones legales, como demandas civiles o fondos de compensación a las víctimas. La realidad actual de los estatutos de prescripción sigue siendo compleja. Animamos a los sobrevivientes a ponerse en contacto con personas y servicios que puedan ayudarles a comprender sus derechos y opciones. Recuperar tu capacidad de elección, tu poder y tu voz puede ser una parte importante del proceso de sanación.

Si eres la madre o el padre de una víctima, denunciar algo como el abuso sexual infantil puede ser un proceso difícil y desconocido. Si tienes en cuenta los temores sobre el bienestar de tu hijo, así como las preocupaciones sobre las posibles repercusiones de la denuncia, puedes sentirte abrumado. Saprea ofrece este recurso para ayudar a los padres a desenvolverse en la compleja situación de denunciar un abuso sexual infantil.

Sobre el autor/a

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Brian Walker

Estratega de Investigación y Desarrollo de Programas
Brian es Estratega de Investigación y Desarrollo de Programas en Saprea. Brian pasó más de una década de su carrera enseñando estudios sociales en secundaria y desempeñando funciones administrativas en un centro residencial de tratamiento para chicos adolescentes que luchaban contra la ansiedad, la depresión, los traumas y los problemas de aprendizaje. Ha observado directamente los efectos del trauma y el abuso, así como la sanación que puede ocurrir tanto a las personas como a las familias. Además de sus responsabilidades a tiempo completo, Brian ha trabajado como evaluador de acreditación para escuelas y como entrenador de postratamiento para clientes y familias que salen de un tratamiento intensivo de salud mental. Brian ha disfrutado presentándose regularmente en conferencias académicas, profesionales y de liderazgo religioso. Tiene una Licenciatura en Letras en enseñanza de historia de la Universidad Brigham Young. Puedes encontrar a Brian a menudo recorriendo los senderos de montaña de Utah en busca de iluminación espiritual y oportunidades fotográficas, o probando una nueva receta en su ambiciosa pero poco surtida cocina.