Saprea recibe de Minky Couture la mayor donación en especie de su historia

Sandi Hendry fundó Minky Couture con una frazada. Su hija fue hospitalizada por un grave problema de salud y pidió una frazada suave y acogedora. Hendry miró todo tipo de frazadas con la esperanza de encontrar un tejido que proporcionara comodidad a su hija.

"El confort es una sensación, una sensación de paz y tranquilidad", dice. Cada vez que visitaba a su hija en el hospital, veía a otros pacientes envueltos en la frazada de su hija. Hendry no tardó en darse cuenta de que una frazada suave y cálida podía servir como un abrazo reconfortante y tener un efecto tranquilizador. Así que confeccionó 40 frazadas más para otros pacientes del hospital.

Esta maestra de primaria jubilada empezó su negocio en 2009, después de hacer las frazadas para sus amigos y familiares. Se corrió la voz rápidamente y Hendry empezó a venderlas en su automóvil. Poco después, trasladó su negocio a Internet y abrió su primera tienda.

Hoy, Minky Couture tiene 300 empleados y seis tiendas. Alrededor del 70% de sus ventas se realizan por Internet. La empresa está a punto de adquirir un segundo almacén. Hendry cree que el éxito de su negocio se basa en los continuos esfuerzos por devolver algo a la comunidad. Minky dona miles de frazadas a organizaciones benéficas, hospitales y eventos para recaudar fondos en todo el país. "Cuanto más das, más regresa a ti", afirma.

Minky Couture donó recientemente 2,000 frazadas a Saprea para entregar a las sobrevivientes que asistan a su retiro de sanación en persona. La donación, valorada en 530,000 dólares, es la mayor en especie de la historia de Saprea. "Se trata de un problema de la comunidad [el abuso sexual infantil], y significa mucho para nosotros que las empresas de nuestra comunidad se asocien con nosotros y apoyen tan generosamente a aquellos a quienes servimos. Estamos muy agradecidos por la donación y el apoyo", declaró el Director Ejecutivo de Saprea, Matthew Hartvigsen.

Según Julie Cattani, Gestora de Casos de Saprea, "la alegría en los rostros de las mujeres cuando reciben las frazadas es increíble. Se sienten tan reconfortadas. Este regalo es un tesoro de nuestras sobrevivientes".

"Las sobrevivientes que vienen al retiro están en un momento cumbre de sus vidas. Quieren seguir adelante y estar sanas", dijo Hendry. "¿Por qué no darles algo reconfortante que les ayude?".

Hendry es madre de siete hijas y 27 nietos. Ocho de esos nietos han estado en unidades de cuidados intensivos neonatales (UCIN) de todo el país. Hendry sabe que sus frazadas de felpa pueden dar consuelo y esperanza a los recién nacidos, por eso dona entre 3,000 y 5,000 mini frazadas a las unidades de cuidados intensivos neonatales de todo el mundo a través de su organización benéfica The Heart of Minky.

"Soñamos con cubrir el mundo en Minky Couture y hacemos todo lo posible por cumplir este objetivo apoyando a personas y comunidades en los momentos especiales y tiernos de sus vidas con nuestras frazadas cosidas a mano", afirma.

Hendry también anima a quienes hayan recibido una Minky a plantearse regalar una a alguien que necesite esperanza y ánimo en un momento difícil de su vida.

Minky Couture nunca ha sido una cuestión de dinero, dice Hendry. "Quería dejar a mis nietos algo de mí. Quiero que sepan que mi primer y principal deseo fue siempre retribuir".