Las mujeres del Retiro son como yo
Me sentía como si estuviera viendo mi vida desde fuera. Estaba perdida. Confundida. Frustrada. Indefensa.
Entonces fui a una conferencia y oí a una amiga hablar de su jornada y eso me abrió los ojos a lo que necesitaba. El Retiro Saprea.
Un año después… sí, un año. Le envié un mensaje. Era la tercera persona que lo sabía. Y vacié mi corazón. Y en menos de una hora me inscribí en el Retiro Saprea.
Cuando me notificaron que era mi turno, llevé a mi marido al porche y me sinceré con él. Luego, los días siguientes, con mis hermanos.
No fue sino hasta después del retiro que se lo conté a mi madre.
Decir las palabras es duro.
Afrontar la verdad es liberador.
El personal comprende y es increíble.
Las mujeres del retiro son como yo. Y somos una tribu. Tenemos un vínculo irrompible. Y nunca las olvidaré.
Siento que me han salvado de mí misma.
Y ahora puedo ayudar a salvar a otras.
-Caitlin, Sobreviviente