El personal del retiro cuidó de mí

Hay momentos en mi vida que sobresalen, cosas que sólo necesito oír una vez para saber qué es lo que necesito. El Retiro Saprea es uno de ellos. No lo pospuse, presenté mi solicitud y me aceptaron.

Entrar en la casa fue aterrador y emocionante al mismo tiempo. Me cuidaron; era la primera vez que alguien lo hacía. También fue la primera vez que empecé a cuidar de mí misma. Me di permiso para ser y escuchar lo que necesitaba.

El momento que más recuerdo fue durante la sesión sobre la vergüenza. La terapeuta dijo que la vergüenza se presenta como ansiedad. A medida que las palabras iban calando, me di cuenta de que sentía mucha vergüenza y mi ansiedad se calmó. Éste fue el regalo que recibí en el retiro.

Estoy agradecida por la oportunidad de asistir al Retiro Saprea.

-Linda, Sobreviviente