El camino no fue fácil, pero soy una sobreviviente

Mi primer recuerdo de los abusos fue cuando tenía 5 años y mi pesadilla terminó cuando tenía 13 años. Así que, por horrible que pueda parecer, crecí pensando que eso es el «amor». Hasta los 13 años no descubrí que no era culpa mía y que lo que me pasaba no era «normal» y estaba terriblemente mal.

La vergüenza que sentía era tan abrumadora a veces que quería huir; huir tan rápido y tan fuerte como pudiera lejos de ellos. Preguntándome por qué, ¿por qué me está pasando esto a mí? ¿Cómo pudieron traicionar el amor y la confianza de una niña inocente?

Me sentía tan sola. ¿Qué había hecho mal? ¿Qué hice para merecer esta horrible muestra de «amor»?

La respuesta es ¡NADA!

No hice nada malo. Tuvieron que pasar 8 años para que me dijeran esto. Para que algún extraño me llevara a su vida y me hiciera ver que los hombres que hicieron esto eran personas enfermas, que estaban equivocados. Que lo que hicieron fue inapropiado y abusivo. Me llevó años, pero al final pude perdonar a uno por lo que me había hecho. Una gran parte de ello fue que asumió la responsabilidad de lo que había hecho.

El otro ya no estaba en mi vida cuando se supo lo que me hacía. Murió antes de que tuviera la oportunidad de enfrentarme a él. Cuando la gente se entera de lo que pasé de niña, me miran y dicen que eso es horrible, y me miran con lástima. Yo les digo que NO sientan lástima por mí. Mi infancia fue horrible, sin duda, PERO me ha formado como la mujer que soy hoy. Lo cual es bastante INCREÍBLE, si me permites decirlo.

Hay niños en todo el mundo que pasan por lo que yo pasé, lo que esos dos hicieron no me define; ¡me ha convertido en una mujer fuerte y empoderada! El camino no fue fácil, pero con el apoyo de seres queridos y desconocidos, yo también soy una sobreviviente.

-Christine, Sobreviviente