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RECURSOS DE SANACIÓN:
El primer paso para establecer una relación sana con el sexo es comprender la salud sexual y cómo se relaciona con tu bienestar físico, mental y social.
Aunque no hay dos personas que experimenten la sexualidad y la intimidad sexual de la misma manera, muchos sobrevivientes de abuso sexual infantil experimentan una relación difícil con el sexo. Para los sobrevivientes, el placer y la intimidad sexual pueden sentirse entrelazados con los recuerdos, las emociones y las respuestas del trauma sexual que experimentaron cuando eran niños o adolescentes.
Estas emociones y respuestas relacionadas con el trauma pueden llevarle a experimentar una discordancia entre su deseo sexual, sus sentimientos sobre la sexualidad y el placer, y su capacidad para comunicar esos sentimientos.
Sean cuales sean los efectos del trauma que puedan estar afectando a tus experiencias sexuales como adulto, debes saber que no estás solo y que te mereces una relación sana y satisfactoria con el sexo, que satisfaga tus necesidades, deseos y preferencias específicas. Y el primer paso para crear una relación sana con el sexo es comprender la salud sexual.
¿Qué es la salud sexual?
La Organización Mundial de la Salud define la salud sexual como "un estado de bienestar físico, mental y social en relación con la sexualidad. Requiere un enfoque positivo y respetuoso de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coacción, discriminación y violencia. Para alcanzar y mantener la salud sexual, deben respetarse, protegerse y cumplirse los derechos sexuales de todas las personas".
Hablar de sexo (y de todos los temas relacionados) a veces puede resultar incómodo, especialmente si se ha sufrido un trauma relacionado con el sexo. La comunicación abierta y honesta es muy importante para empoderarte con la información que necesitas para entender mejor tus experiencias. En un esfuerzo por proporcionarte información útil sobre tu bienestar sexual, te ofrecemos a continuación una serie de recursos en los que las terapeutas clínicas de Saprea comparten lo que consideran que es más importante que entiendas sobre tu salud sexual.
Comprende cómo el abuso sexual infantil puede (o no) haber afectado tu sexualidad
El abuso sexual infantil puede afectar a las personas de muchas maneras distintas, y es posible que experimentes los efectos de forma diferente en distintos momentos de tu vida debido al impacto potencial del trauma en la confianza, la seguridad y tu relación con la sexualidad. Muchos sobrevivientes experimentan el pensamiento “mi cuerpo me está traicionando” cuando se sienten incómodos o se excitan con cosas que no desean. Algunos sobrevivientes pueden experimentar relaciones interrumpidas, evitación o miedo al sexo, dolor físico o pueden participar en conductas sexuales de riesgo (como sexo sin protección con múltiples parejas).
Algunas dificultades o sentimientos sexuales que tengas pueden no estar relacionados con tu trauma en la infancia y ser, en cambio, el resultado de factores estresantes, condiciones médicas, genética u otras influencias en tu vida. Si tienes dificultades, preocupaciones o preguntas sobre tu sexualidad, habla con un terapeuta licenciado especializado en traumas en la infancia y/o terapia sexual. Si tienes dolor genital o dificultades médicas, habla con un médico especializado en salud reproductiva.
Sepan que no están solos y que la relación de cada uno con el sexo, la sexualidad y la intimidad es diferente
Muchas sobrevivientes dicen que luchan con sentimientos de inadecuación y vergüenza, especialmente cuando se trata de su relación con el sexo ("No soy lo suficientemente buena", "No satisfago las necesidades de mi pareja", "[Mi pareja] debe pensar que estoy loca"). Si este es tu caso, debes saber que no eres la única persona que experimenta este tipo de pensamientos y sentimientos. De hecho, la mayoría de las personas en algún momento de su vida experimentarán alguna forma de estos pensamientos o experiencias.
Es fácil quedar atrapado en los mensajes de los libros, los medios de comunicación, la educación personal y la cultura sobre lo que la sexualidad "debe" o "no debe" incluir, o sentir que tu experiencia no es comparable a la de otra persona. En realidad, cada persona tiene por descubrir su propia relación con la intimidad. A medida que vas conociendo tus preferencias, tu autoestima sexual puede florecer a medida que disfrutas de relaciones sexuales adultas satisfactorias. Además, hay muchos tipos de intimidad -emocional, intelectual, física, espiritual, ideológica, etc.- que pueden desarrollarse con otras personas.
“A estas alturas sabemos que lo normal no existe, o mejor dicho, que todos somos normales. Todos estamos hechos de las mismas partes que los demás, organizadas de una manera única. No hay dos iguales”.
—Emily Nagoski
Puedes apropiarte de las experiencias sexuales que te gustaría tener
Muchos sobrevivientes sienten que tienen que acceder a distintos tipos de experiencias sexuales porque creen que su pareja "se lo merece" o que, para recibir amor, tienen que dar sexo.
El sexo es una expresión del amor, no una condición del amor.
Algunas personas optan por ser receptores pasivos durante las relaciones sexuales. Tienes derecho a interrumpir una relación sexual en cualquier momento o a cambiar de opinión, aunque hayas dicho que sí al principio. No estás obligado a mantener relaciones sexuales con nadie.
Al igual que las personas tienen preferencias y deseos diferentes en lo que se refiere a la comida, también los tienen en lo que se refiere a la sexualidad y la intimidad. A algunos les gusta la comida un poco picante; a otros, más suave. A algunos les gusta centrarse únicamente en la comida, mientras que otros valoran mucho el ambiente o la calidad de la conversación durante la comida. Lo bueno de la sexualidad es que puedes descubrir tus preferencias: lo que te gusta, lo que no te gusta, lo que acelera tu experiencia y lo que la frena. Puedes permitirte elegir lo que quieres y lo que no quieres como parte de tus experiencias sexuales. Puedes ser dueño de tus experiencias sexuales.
Desarrollar habilidades de comunicación puede mejorar la intimidad y la confianza
Puede que no experimentes fuegos artificiales ni arco iris en tus encuentros sexuales, y éste es el caso de muchas personas. La intimidad sexual requiere trabajo y comunicación, y a veces incluye momentos incómodos. Hablar con tu(s) pareja(s) sobre tus preferencias, tus sentimientos sobre los distintos aspectos de la sexualidad y las formas de trabajar juntos puede ayudarles a estar en sintonía.
A menudo asumimos que la otra persona sabe (o sabría, si nos quisiera) cómo nos sentimos o qué estamos experimentando emocionalmente. Por desgracia, los seres humanos no siempre sabemos descifrar los sentimientos o pensamientos de los demás. Utilizar habilidades de comunicación asertiva puede ayudar a que se oiga tu voz y a comprender también las experiencias de la otra persona. La comunicación también se extiende a las conversaciones con los proveedores de atención médica sobre tu salud sexual, para que puedan ofrecerte el mejor tratamiento y la mejor experiencia posibles.
Es posible reaprender el tacto seguro y dar pasos de sanación
Aunque es posible que tu mente y tu cuerpo hayan aprendido a reaccionar a los estímulos sexuales de una forma que ahora te causa dificultades como adulto, puedes aprender o reaprender a experimentar el tacto seguro sintiéndote seguro. El reaprendizaje puede empezar con un contacto no sexual, como recibir un masaje o dejar que alguien te peine. A partir de ahí, puedes pasar por distintos niveles de tacto, como caricias o tomarte de la mano. Si el tacto llega a ser excesivo, reconoce cómo te sientes y vuelve a intentarlo en otro momento.
Utilizar Atención Consciente y técnicas de conexión antes, después y durante el contacto íntimo también puede ayudarte a mantenerte presente en el momento y a redirigir tus pensamientos hacia algo que te resulte útil (por ejemplo, "estoy a salvo", "estoy con alguien con quien quiero estar"). Estas técnicas se practican mejor fuera de los momentos íntimos para que en el momento sean más fáciles de utilizar.
Apoyo Adicional
Redescubrir tu relación con el sexo puede parecer desalentador y requerirá mucha paciencia, práctica y autocompasión. Pero no tienes por qué hacerlo sola. Junto con los recursos que hemos ofrecido anteriormente, te recomendamos que consultes con un profesional especializado en terapia sexual y/o traumas en la infancia; también es una buena idea trabajar con un médico para descartar cualquier posible afección médica. Estos profesionales pueden ayudarte a personalizar tu jornada de sanación y a desarrollar una relación segura y saludable con tu increíble ser sexual.
A medida que aprendes más sobre lo que significa para ti la salud sexual, estás practicando:
- Reconocimiento al reconocer qué barreras o factores estresantes relacionados con tu abuso en el pasado están afectando tu relación con la intimidad sexual en el presente. .
- Atención Consciente al observar con curiosidad, paciencia y autocompasión qué significa para ti la intimidad sexual y qué factores determinan una experiencia sexual que satisfaga tus necesidades, deseos y preferencias.
- Aspiración al dar pequeños pasos ahora para mejorar tu comprensión de la salud sexual de modo que puedas tener una relación más satisfactoria con la intimidad sexual en el futuro.