No entendía
Mi historia comienza cuando tenía 8 años. Mi padrastro, que antes parecía un hombre cariñoso e increíble, se convirtió en un monstruo. Se volvió emocional, física y sexualmente abusivo. Duró hasta que tuve 14 años. Era muy joven y no lo entendía, pero tenía demasiado miedo para hablar debido a las amenazas que recibía.
Lo que me empujó a contárselo a alguien fue el nacimiento de mi hermanito. Era tan joven e inocente para el mundo y no quería que se criara en un ambiente así. Al final hablé con el Servicio de Protección de Menores y me ayudaron a resolver la situación.
Ahora tengo 27 años y estoy muy bien. Me di permiso para seguir adelante y vivir la vida al máximo sin cargar con la vergüenza y el dolor. ¡Te libera de verdad!
-Emily, Sobreviviente