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HISTORIAS DE SOBREVIVIENTES

Mi jornada va a continuar

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Me llamo Trisha y soy sobreviviente de abuso sexual entre hermanos en la infancia. Tenía 12 años cuando mi hermano mayor abusó de mí durante un año. De niña no tenía un hogar estable, así que no podía hacer ni decir nada para que parara. Yo era la niña olvidada.

En 2015, mis padres me dijeron que estaban investigando a mi hermano por abusar de una niña en otro estado y que había una orden de no contacto entre él y la niña. Mis padres dijeron que la niña mentía. Se me cayó el corazón al estómago… aún no podía salir. Al oír a mis padres decir que no creían a la niña, sentí que tampoco me creerían a mí.

Acabé saliendo del armario ese mismo año porque mis padres me acosaban tanto que me enfadé lo suficiente y se lo grité a mi padre por teléfono. Me creyeron, pero me dijeron que no hablara de ello. Mis padres fueron a un terapeuta y el terapeuta iba a llamar a la policía y dejó que mis padres le convencieran y colgó el teléfono.

Soporté el acoso de mis padres durante los dos años siguientes, ya que me negaba a hablar con mi hermano o a verle y mis padres me decían que dejara de intentar separar a nuestra familia. Eso me destrozó, ya que intenté varias veces sacar el tema de conversación y me rechazaron o mis padres empezaron a enfadarse conmigo diciéndome que era culpa mía no haber dicho nada cuando era niña.

A los 27 años hice esa llamada a la policía, 15 años después de que mi hermano abusara de mí, y decidí poner fin por completo a la relación tóxica que tenía con mis padres. Me pidieron que diera detalles y yo nunca lo había hecho y me puse a berrear por teléfono con el agente. Fue tan amable y atento que me escuchó y se lo agradezco hasta el día de hoy. Entonces me asignaron un detective para que trabajara en mi caso. Cuando fui a dar mi testimonio por vídeo, nunca había contado mi historia y contarla con todo detalle palabra por palabra me destrozó. Ese muro que había levantado durante 15 años se hizo añicos delante de mí. Mi mayor temor eran las represalias y se hicieron realidad… después de salir del armario y presentar mi denuncia, mi hermano empezó a amenazarme y a hacer llamadas falsas a la policía contra mí, así que tuve que conseguir un abogado para que le entregara a él y a mis padres cartas de cese y desistimiento.

Actualmente estoy esperando a que se complete toda la investigación y se presente mi caso ante un juez y fiscales para intentar acusar penalmente a mi hermano. Siento que llevo el peso del mundo sobre mis hombros y siento que llevo también la historia de una niña y que lucho no sólo por mí, sino también por ella. Me han diagnosticado trastorno de estrés postraumático (TEPT) Complejo y sufro ansiedad.

Mi jornada ha de continuar… y quiero que otras sobrevivientes sepan que por fin pueden defenderse y hacerse oír. Espero que algún día me patrocinen, viajar y contar mi historia a otras sobrevivientes y ser una defensora de esta horrible epidemia silenciosa que está ocurriendo.

-Trisha, Sobreviviente