Mi espíritu para sobrevivir no me lo pueden quitar nunca
Es difícil recordar cómo era mi vida antes de que ocurriera el trauma. Lo que sí recuerdo es que casi siempre tenía una sonrisa en la cara y siempre quería hacer felices a los que me rodeaban. Al entrar en la escuela secundaria, no tenía ni idea de que mi vida iba a sufrir pronto un impacto tan grande.
En 8º grado fui abusada sexualmente por parte de alguien en quien creía que podía depositar tanta confianza. Cuando tenía 13 y 14 años, probablemente era una de las niñas más inocentes de la escuela y no tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo en aquel momento. El abuso duró casi 2 años y no fue hasta el instituto cuando empecé a comprender lo que me había pasado.
En el instituto, intenté por todos los medios alejar esos recuerdos y mantenerlos en secreto. Siempre temí que me metieran en problemas por estar en esa situación y sentía que era culpa mía. Hasta mi primer año de universidad no le conté mi verdad a nadie. Varios años de recuerdos y flashbacks acabaron por alcanzarme y el dolor era demasiado para soportarlo.
En 2016, quise quitarme la vida porque sentía que no había forma de salir de la vergüenza y la tristeza que estaba experimentando. Estuve hospitalizada durante un breve periodo de tiempo y aun así conseguí terminar mi primer año de universidad. Llevo más de un año en terapia, trabajando para controlar el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la ansiedad y la depresión. La sanación no ha sido fácil, pero encontrar al terapeuta adecuado ha sido una de las mejores cosas que me han pasado. Aún experimento batallas diarias intentando vivir con el pasado y lo que me depara el futuro.
Tras 2 años de espera, este año por fin tendré la oportunidad de contar mi verdad en el estrado, enfrentarme a quien abuso de mí y, con suerte, cerrar el proceso. Saber que compartir mi historia puede ayudar a otros me motiva a seguir adelante. Aunque me arrebataron la inocencia demasiado pronto, nunca podrán arrebatarme mi espíritu de supervivencia.
-Ally, Sobreviviente