Me mantengo fuerte e inamovible

Sentía que era fuerte y que podía dejar estas cosas atrás. Me dije que ahora no afectaba a mi vida. Pero lo hacía. Entonces, un día, una amiga publicó fotos suyas y habló de su historia. Quería a esta amiga y lloré por ella. Conocía su historia. Yo podría haber dicho gran parte de su historia. Me habló de un lugar al que había ido para que la ayudaran.

Estoy casada con un hombre amoroso. Me di cuenta de que mi pasado estaba afectando mi matrimonio. No podía seguir negándolo, tenía que buscar ayuda. Así que fui al Retiro Saprea.

Sé que soy una mujer de fe y que tengo mucho amor que dar. Sin embargo, siempre ha habido algo que me ha frenado. Siempre ha habido miedo o tal vez un muro que me impedía avanzar. Ahora entiendo qué es ese muro.

¡Soy fuerte! Mi cuerpo ha estado constantemente a la defensiva durante años y nunca se ha relajado del todo. Asistí a la clase de Muay Thai. Sabía que iba a ser duro para mí. El personal estaba allí ayudándome. No iba a irme hasta que superara el miedo. Cuando mi cuerpo conectó con el movimiento, salí del pasado y entré en el presente y me relajé. Nunca había sentido esa relajación antes de este viaje. Las demás mujeres del retiro también lo vieron y me apoyaron.

Estoy sanando. Saprea me ayudó a empezar. Me enseñaron las herramientas que debía utilizar para mantenerme presente y estar conectada. Ahora me mantengo fuerte e inamovible.

-Ramona, Sobreviviente