Estas mujeres increíbles lloraron conmigo

Las semanas previas al Retiro Saprea no dejaba de oír «esto va a cambiar tu vida» y pensaba ¿cómo va a arreglar esto años de dolor y heridas? ¿Cómo va a ayudarme estar con gente que no conozco, en un lugar que no conozco, compartiendo mis heridas y mi dolor? ¡Entonces conocí a estas mujeres y poco a poco fui cambiando por voluntad propia! Aprendí tanto sobre mí misma y sobre mi cuerpo que nunca supe las razones que había detrás.

Hubo momentos en el retiro en los que volví a ser la niña de 7 años y cuando lloraba, estas mujeres increíbles lloraban conmigo. Cuando compartí mi corazón libremente no pasó desapercibido.

Volví a casa hace 14 semanas y no sólo veo un cambio en mí, sino también en mi familia y amigos. Ya no me quedo despierta por la noche, con miedo a dormir, porque ahora sé que estoy a salvo. Sé que soy suficiente y que puedo ir tras mis sueños porque soy suficientemente buena. Ya no tengo miedo de compartir mi historia porque ya no me avergüenzo. No es mi vergüenza a la que aferrarme, como me dijo una de mis hermanas guerreras.

¡Volví a casa del retiro libre! ¡Libre de mi propio cerebro! Libre de mi pasado. Lo dejé todo allí. Volví a casa con mi sonrisa.

¿Puedo decir que no tengo ciertos pensamientos o que a veces me siento con los nervios de punta? Sí, los tengo, pero dispongo de herramientas que me ayudan a superarlos y a no quedarme atrapada en mi cabeza.

¡El Retiro Saprea me salvó!

¡Me encontré a mí misma!

-Crystle, Sobreviviente