El «No» es una frase completa

Todas las historias son diferentes.

Mi trauma en la infancia comenzó un poco más tarde que para otros. Sin embargo, aún era adolescente. Mi cerebro y mi cuerpo aún tenían mucho camino por recorrer en términos de desarrollo. Pasaron años hasta que supe que algo no iba bien. Quería salir más que nada, pero no podía encontrar en mí la forma de decir «NO». Pues bien, el Retiro Saprea me enseñó que «no» es una frase completa. Sé que puede parecer una locura (porque eso es lo que yo pensaba), pero a través de la formación y de pequeños pasos, las mujeres de Saprea ya me han ayudado a PONER EN MARCHA mi jornada de sanación.

El día que salí para el retiro, estaba muy ansiosa. No estaba segura de qué esperar. El primer día fue definitivamente el más duro, pero una vez que todas compartimos un poco, supe que éste era el lugar para mí. No importa lo GRANDE o pequeña que sea TU historia, todas estábamos allí por la misma razón. Nunca me había sentido tan aliviada después de compartir, porque guardar todos esos secretos durante tanto tiempo me avergonzaba, asustaba, preocupaba, etc.

La parte más difícil del comienzo de mi jornada de sanación fue subirme físicamente al coche y conducir hasta el Retiro de Saprea. ¿Te preguntarás qué fue lo más fácil? Sentirme tan querida y aceptada por las múltiples mujeres que nos guiaron durante los cuatro días de retiro, llenos de actividades.

Al principio, no fue fácil, pero una vez que todas empezamos a sincerarnos sobre nuestras vidas cotidianas y sobre cómo nuestros traumas sexuales en la infancia nos han convertido por completo en las mujeres que somos hoy, todas nos convertimos en UNA.

Aunque todas y cada una de las historias son diferentes, todas estábamos allí por lo mismo. Por una vez, TODAS podíamos relacionarnos entre nosotras.

Pensé que había tenido mi «momento decisivo» cuando recibí ayuda por primera vez en 2013, pero para ser completamente sincera, el retiro fue mi momento decisivo. Ha pasado más de un mes desde el retiro y me siento como una persona nueva. He aprendido a manejar mi «voz del trauma» y, para mí, eso es ENORME. ¡Ni siquiera puedo decirte la última vez que tuve un ataque de pánico! Este retiro me ha salvado.

Aún me queda mucho camino por recorrer, pero ha sido un comienzo maravilloso para mi jornada de sanación.

A otras sobrevivientes que han pensado en inscribirse en el retiro, pero no han terminado el proceso… POR FAVOR, HÁGANLO. No dudes en hacer algo POR TI. Yo lo hice por MÍ, y no puedo ni empezar a explicar los cambios que he sentido mental, emocional y físicamente.

Empieza ya tu jornada de sanación.

-Aly, Sobreviviente