El Cordero del sacrificio
Empecé a escribir este poema unos meses antes de asistir al Retiro Saprea. Me había bloqueado y llevaba semanas atascada. Pocos días después de volver del retiro, terminé el poema.
Saprea cambió mi vida. Siempre te estaré agradecida.
El Cordero Sacrificado
Una vez fui un corderito
cuyo pelo era oscuro como la noche;
Mis padres me obligaron a ir a la iglesia y
Me decían «Haz lo correcto»
No temas, mi precioso corderito
Porque Dios es amor y luz
Conoce tu corazón y escucha tus plegarias
Siempre te abrazará fuerte
Con las mejillas manchadas de lágrimas, inclino la cabeza
Y suplico con todas mis fuerzas
El monstruo bajo mi cama es real
Por favor, ayúdame a ganar esta lucha
El corderito fue sacrificado
Ya no es inocente
«Se pondrá bien», dijo su familia
«Ella eligió esta vida», juraron
Al crecer, esa ovejita
Se convierte en la oveja más negra
Es una causa perdida, suspiran desesperados
Ha cavado ese hoyo demasiado profundo
Nadie la salvaría salvo ella misma
Mientras lloraba hasta dormirse
Sabía que la batalla por delante
Era larga, lenta y empinada
Dicen que lo que no te mata
Sólo te hace más fuerte
Yo digo que mi trauma no puede
Tomarse ese mérito por más tiempo
Con pura determinación
Para recuperar la vida que él le robó
Ella arañó y escaló
Hasta que ella emergió su verdadero yo. Completa.
– Amber, Sobreviviente