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Señales de abuso sexual en niños

Abby estaba emocionada por su fiesta de cumpleaños. ¡Por fin cumplía 8 años! Toda la familia estaba invitada, incluyendo sus tías, tíos y primos. Pero cuando el tío Josh entró por la puerta, Abby se asustó de repente y corrió hacia su madre. "¿Qué le puede estar pasando a Abby?", se preguntaba su madre, "estaba tan emocionada por su fiesta".

La reacción de Abby ante su tío puede ser una señal de que ocurre algo más. ¿Cómo puedes saber si tu hijo ha sufrido abuso sexual? Hay varias señales que debes buscar y que podrían indicar que tu hijo puede haber sufrido abuso sexual infantil.

Señales de alerta

Algunas de las señales iniciales pueden no ser tan evidentes como otras. Es importante saber qué es lo que sueles ver en tu hijo para notar un cambio de comportamiento, físico o emocional. Éstos pueden variar en función de la edad de tu hijo, su entorno y su crianza. Empieza por buscar patrones que se salgan de la norma para tu hijo.

Señales de comportamiento

Algunas de las señales conductuales pueden ser las siguientes:
  • Volver a comportamientos de su infancia (orinarse en la cama, chuparse el dedo, rabietas o hablar como un bebé)
  • No querer quedarse solo, especialmente con ciertas personas
  • No querer cambiarse de ropa o bañarse
  • Pesadillas, despertarse llorando u otros problemas de sueño
  • Cambios en los hábitos alimentarios (comer más, o menos, evitar alimentos que antes le gustaban)
  • Dibuja imágenes aterradoras o sexuales
  • Comportamiento sexual inapropiado para la edad del niño
  • Guarda secretos, no quiere hablar
  • Muestra comportamientos, conocimiento o lenguaje sexual propios de un adulto
  • Se escapaba de casa
  • Falta o cambio de higiene personal
  • Desorden en la alimentación
  • Aislamiento
  • Pérdida de interés por actividades placenteras

Señales físicas

Algunos de los signos físicos pueden ser los siguientes:
  • Dolor al orinar o al defecar
  • Ropa interior manchada de sangre u otras secreciones
  • Aumento de problemas de salud inexplicables (dolores de cabeza, de estómago)
  • Problemas para caminar o sentarse
  • Dolor físico o picor en la zona genital
  • Hemorragia rectal
  • Hematomas inexplicables, sobre todo alrededor de los genitales

Señales emocionales

Algunas de las señales emocionales pueden ser las siguientes:
  • Cambio en el estado de ánimo o la personalidad, incluyendo aumento de la agresividad, irritabilidad
  • Pérdida o disminución del interés en áreas como la escuela, los amigos o las actividades que antes le gustaban
  • Miedo o preocupación excesivo
  • Miedo a quedarse solo, aferramiento
  • Comportamientos autolesivos, como golpearse o arañarse, arrancarse el pelo
  • Aumento del aislamiento, llanto, baja autoestima
  • Disminución de la autoestima o de la imagen de sí mismo
  • Autoconversación negativa (llamarse malo, feo)
  • Depresión y/o ansiedad grave
Señales observadas habitualmente en adolescentes
Además de algunas de las señales observadas en los niños, las señales de los adolescentes pueden incluir:
  • Miedo a la intimidad o a la cercanía
  • Ideación o intentos de suicidio
  • Comportamientos autolesivos como cortarse, quemarse
  • Consumo de drogas y alcohol
  • Comportamiento sexual descontrolado o arriesgado
  • Infecciones urinarias, infecciones por hongos, ITS
Advertencia: Si tú o alguien que conoces está luchando, o en crisis, hay ayuda disponible. Llama o envía un mensaje de texto al 988 para ponerte en contacto con la Línea Directa de Suicidio y Crisis. También puedes chatear confidencialmente en 988lifeline.org 24 horas al día, 7 días a la semana. Si vives fuera de Estados Unidos, comunícate con la línea nacional o local del país donde vives.
Es importante recordar que hay que buscar patrones de cambio en estas áreas que sean repentinos o atípicos para tu niño o adolescente. Algunas de estas señales pueden formar parte del crecimiento, de los cambios corporales o explicarse por otros factores, como el divorcio, el acoso escolar u otras formas de trauma. Si observas señales preocupantes, es mejor actuar cuanto antes.

Tomar medidas

Entonces, ¿qué puedes hacer si observas señales de abuso sexual como padre o cuidador de un niño o adolescente o sospechas que algo no va bien? Lleva un registro de los patrones o señales que observas. Si algo te parece raro, presta atención a esa sensación e investígalo más a fondo.

01

Escucha y cree

  • Si tu hijo te revela un abuso, escucha y créele.
  • Para empezar, no interrumpas ni hagas preguntas.
  • Puede que no esté preparado para revelar completamente lo que ha ocurrido o está ocurriendo.
  • Tu hijo puede dar pistas sobre las que puedes hacer un seguimiento para recabar más información.
  • Si se confirma que hubo abuso sexual, no avergüences a tu hijo de ninguna manera.
  • Sé alentador y comprensivo.
  • Ponte en contacto con los servicios de protección de menores de tu localidad, con defensores de víctimas de agresiones sexuales o con la policía. (Pueden orientarte sobre los pasos que deberás dar para denunciar el abuso).

02

Crea un Plan de Seguridad

  • Si conoces a la persona que abusó sexualmente de tu hijo, mantén a tu hijo alejado de dicha persona.
  • Si no estás seguro de quién es el perpetrador, evita que tu hijo esté en situaciones potencialmente inseguras, como pijamadas, fiestas familiares o dejarlo solo con otros adultos.
  • Si tu hijo fue abusado por otro niño en tu propia casa, procura que no se quede solo en ningún momento.
  • Si el abuso lo cometió un menor en la escuela, un primo o un vecino, habla con las personas que te pueden ayudar a crear un plan de seguridad.
  • Observa si tu hijo da señales cuando está cerca de otras personas. Esto puede darte más información.
  • Puede que tengas que hacer cambios importantes en tu vida para mantener a tu hijo alejado del perpetrador, como no asistir a reuniones familiares y cosas así. Crea un plan de seguridad con tu hijo para que sepa que está a salvo.
  • Esto puede incluir una palabra de seguridad que indique que se siente incómodo o que necesita salir de una situación.

03

Busca ayuda para tu hijo

  • Esto puede incluir un terapeuta informado sobre traumas o uno especializado en terapia de juego, dependiendo de la edad de tu hijo.
  • La mayoría de las veces, si interviene la ley, tendrás acceso a un defensor de la víctima que puede ayudarte a pagar los servicios que necesite tu hijo.
  • Sigue apoyando a tu hijo escuchándole y dándole ánimos.

Cuídate

También es importante que te cuides como padre o cuidador. Es normal sentirse agobiado por la vergüenza y la culpa. El autocuidado te permitirá estar presente para tu hijo y atender a sus necesidades. Toma cada día de uno en uno. Recuerda que la sanación lleva tiempo y debe ir a un ritmo que el niño pueda soportar. Algunos días pueden ser más difíciles que otros, pero tu respuesta y tu actitud desempeñarán un papel importante a la hora de ayudar a tu hijo a sanar y a ser resiliente.

Sobre el autor/a

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Annette Curtis, LCSW

Gestora del Retiro
Annette se incorporó a Saprea en 2016 tras trabajar durante 23 años en una organización sin fines de lucro con niños y adolescentes en el sistema de acogida. Annette obtuvo su licenciatura en psicología en la Universidad Brigham Young y su maestría en trabajo social en la Universidad de Utah. Es una experta clínica con experiencia en traumas, incluido el abuso sexual infantil, y ha trabajado con personas de edades entre los cuatro años y la edad adulta. Se dedica a ayudar a quienes han sufrido un trauma por abuso sexual y sus efectos. Cuando no está trabajando, pasa tiempo con su familia en casa o en Disneylandia.Annette se incorporó a Saprea en 2016 tras trabajar durante 23 años en una organización sin fines de lucro con niños y adolescentes en el sistema de acogida. Annette obtuvo su licenciatura en psicología en la Universidad Brigham Young y su maestría en trabajo social en la Universidad de Utah. Es una experta clínica con experiencia en traumas, incluido el abuso sexual infantil, y ha trabajado con personas de edades entre los cuatro años y la edad adulta. Se dedica a ayudar a quienes han sufrido un trauma por abuso sexual y sus efectos. Cuando no está trabajando, pasa tiempo con su familia en casa o en Disneylandia.