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Betsy Kanarowski , PhD, LCSW, About Betsy Kanarowski , PhD, LCSW,

Betsy Kanarowski está comprometida a ayudar a las personas, las familias y las comunidades a comprender los muchos aspectos de la prevención y sanación de los traumas sexuales. Ella se unió a Saprea en 2015 y es una terapeuta, capacitadora, y educadora experimentada con más de 25 años de experiencia como profesional de la de salud mental. Es una trabajadora social clínica licenciada (L.C.S.W.) y terapeuta sexual certificada y recibió su doctorado en Educación Especial de la Universidad de Utah, su maestría de trabajo social de la Universidad de Denver, y su licenciatura en trabajo social de la Universidad de Wyoming. A ella encanta el aire libre, viajar, leer y pasar tiempo con su familia y sus perros exageradamente mimados.

Problemas con la intimidad después del abuso sexual

Man and women sitting on couch facing away from each other

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Problemas con la intimidad después del abuso sexual

Las películas no son reales. En ellas vemos escenas cinematográficas de persecuciones de automóviles llenas de explosiones y casi accidentes como puro entretenimiento, no como algo que esperamos que pase cuando volvemos a casa del cine. Pero esa comprensión de la realidad cambia a menudo en lo que respecta al sexo. La intimidad sexual en los medios de comunicación se presenta como algo espectacular y de mucha pasión, en la que todos sienten siempre un placer que cambia la vida, independientemente de lo que haya ocurrido en el pasado. Esta representación es tan ficticia como la impresionante persecución de coches, sin embargo la sociedad tiende a catalogarla como norma. Por ello, las personas pueden sentir que fallan cuando la intimidad sexual no llega a ser una experiencia ficticia idealizada. En realidad, en distintos momentos de nuestras vidas podemos tener problemas con la intimidad sexual. La causa puede resultar de diversos factores, como el entorno, los medicamentos, las condiciones médicas, el estrés, el estado de una relación, los mensajes culturales, las emociones y los traumas. Aunque inicialmente no relacionemos el trauma infantil con los problemas de intimidad sexual en la edad adulta, los dos pueden estar relacionados de manera compleja.

¿Puede el trauma causar problemas con la intimidad sexual? 

El trauma es algo que afecta a una persona física, emocional, conductual y relacionalmente. Como explica Bessel van der Kolk en su libro El cuerpo lleva la cuenta,1 "El trauma es mucho más que una historia sobre algo que ocurrió hace mucho tiempo. Las emociones y sensaciones físicas que quedaron grabadas durante el trauma no se experimentan como recuerdos, sino como reacciones físicas destructivas en el presente". Debido a que el trauma se almacena tanto en el cerebro como en el cuerpo, tiene sentido que el abuso sexual infantil afecte a la intimidad sexual saludable en la edad adulta. Lo que puede parecer una relación imposible con la intimidad física y emocional es una reacción comprensible y natural a la violación y la traición del abuso sexual. El tacto y el placer sexual pueden estar relacionados con emociones difíciles y respuestas traumáticas. Puede resultar muy confuso para los sobrevivientes que su cuerpo respondiera sexualmente durante el abuso y puede provocar sentimientos de que su cuerpo les traicionó, lo que complica aún más su relación con la intimidad.

Es muy importante entender que las respuestas fisiológicas al tacto o a los estímulos sexuales no son un indicador de excitación sexual deseada. Una respuesta de los genitales no implica el deseo o placer y no indica consentimiento. Es simplemente un cuerpo respondiendo de la forma en que los cuerpos están hechos para responder. El término para esto es excitación sin concordancia. En su charla TED "La verdad sobre la excitación no deseada" , la investigadora y educadora sexual y autora Emily Nagoski explica que "La excitación sin concordancia sucede con cada sistema emocional y motivacional que tenemos. Si salivo cuando muerdo una manzana podrida, ¿alguien puede decir: "Dijiste que no, pero tu cuerpo dijo que sí"?2

Si tuviste una respuesta fisiológica, no significa que te gustara, quisieras, merecieras o consintieras el abuso. Además, al haber sido menor de edad, nunca pudo haber consentimiento. Es posible que te importara la persona que te hizo daño, que dependiste de ella, que buscaras su atención, que guardaras silencio sobre el abuso, que consumieras alcohol o drogas, que sintieras que estabas en una relación con ella o aceptaras regalos de ella. Ninguna de estas es consentimiento.

Síntomas comunes que experimentan los sobrevivientes 

No todos los sobrevivientes reaccionan de la misma manera ante el abuso sexual infantil, y no existe un comportamiento o una emoción específica que se relacione universalmente con el trauma sexual. Sin embargo, existen síntomas comunes de abuso sexual, y la experta en sexo y relaciones Wendy Maltz ha identificado los diez más comunes.3

  1. Evitar, tener miedo o falta de interés en el sexo
  2. Tomar el sexo como una obligación
  3. Experimentar sentimientos negativos, como la ira, el asco o la culpa al contacto físico
  4. Tener dificultades para excitarse o sentir sensaciones
  5. Sentirse emocionalmente distante o no sentirse presente durante el sexo
  6. Experimentar pensamientos e imágenes sexuales intrusivos o perturbadores
  7. Adoptar conductas sexuales compulsivas o inapropiadas.
  8. Tener dificultades para establecer o mantener una relación íntima
  9. Experimentar dolor vaginal o dificultades orgásmicas
  10. Tener disfunción eréctil o dificultades eyaculatorias

Para muchos, no querer participar en conductas sexuales o reaccionar automáticamente tiene sentido por lo que sucedió en el pasado.

Uno de los síntomas que puede causar mucha confusión y vergüenza para los sobrevivientes es tener conductas sexuales compulsivas o inapropiadas. Es importante tener en cuenta que el término "inapropiado" no es un juicio sobre tu sexualidad, sino que es subjetivo individual y se refiere a conductas sexuales que se sienten fuera de control, causan angustia, tienen consecuencias serias o afectan negativamente tu bienestar físico y emocional. Doug Braun-Harvey y Michael A. Vigorito definen la conducta sexual fuera de control como "un problema de salud sexual en el que los impulsos, pensamientos o conductas sexuales consentidos de un individuo se sienten fuera de control".4 Algunos pueden referirse a esta conducta sexual problemática o pérdida de control como hipersexualidad.5 A menudo, la conducta sexual fuera de control es una manifestación de trauma o abuso no tratado.6 Debido a que la relación entre el trauma y la conducta sexual fuera de control puede ser compleja, obtener control sobre las conductas sexuales relacionadas con el abuso se consigue mejor con el apoyo de un terapeuta de trauma, bien informado y pro-sexo.

Reconectar con tu ser sexual  

Reconectar con tu sexualidad puede resultar abrumador. Aprender a sentirse seguro en la intimidad sexual es un proceso que no se produce de la noche a la mañana. Uno de los primeros pasos en la sanación sexual es practicar la sensación de seguridad y presencia en tu propio cuerpo. Esto es especialmente importante si experimentas disociación. La disociación es un sentimiento de desconexión de tus sentidos, pensamientos, emociones, identidad, conductas o recuerdos. La despersonalización es un tipo de disociación en la que la persona siente que está afuera de su cuerpo y lo observa desde la distancia. La disociación, incluida la despersonalización, durante el abuso sexual es común. Es una forma en que el cerebro intenta protegerte y alejarte de lo que está ocurriendo. Debido a que las respuestas al trauma se vinculan a las partes del cerebro que no distinguen entre el pasado y el presente, la disociación puede continuar en la edad adulta durante situaciones estresantes. La intimidad sexual puede ser un detonante del trauma y, aunque el sobreviviente esté con alguien a quien ama y en quien confía, las reacciones automáticas relacionadas pueden tomar el control y el sobreviviente puede sentirse insensible, desvinculado o como si estuviera flotando fuera de su cuerpo.

¿Cómo puede ayudar la atención consciente a la sanación sexual? 

Atención Consciente es prestar atención al momento actual con amabilidad y curiosidad. Es lo contrario de la disociación, ya que se centra en el aquí y el ahora. En la atención consciente, utilizas los cinco sentidos y estás presente en tu cuerpo. Los seres humanos, con o sin antecedentes traumáticos, tienden a fijarse en los desafíos del pasado o en los "¿y si...?" del futuro. Vamos de un lado a otro sin prestar atención al presente. La atención consciente te ayuda a permanecer conectado al aquí y al ahora. La práctica de la atención consciente para apoyar la sanación sexual no empieza en situaciones de intimidad física, sino en la vida cotidiana.

La atención consciente tiene tres componentes principales: la intención, la atención y la actitud. La intención es tomar la decisión intencionada de prestar atención al momento actual. Es la decisión de practicar la atención consciente y comprometerse a estar aquí y ahora. La atención, que a menudo se asocia con la atención consciente, implica darse cuenta de lo que está sucediendo en el presente inmediato, incluyendo las sensaciones corporales, los sentimientos, los pensamientos y el entorno. La actitud tiene un papel clave, ya que permite a la persona elegir observar lo que está experimentando a través de una lente de curiosidad, bondad y compasión que no juzga ni se esfuerza.

Atención Consciente en las actividades diarias 

La meditación y la respiración consciente se asocian a menudo con la atención consciente y son ejercicios poderosos; sin embargo, también se pueden poner en práctica durante los quehaceres del día, como limpiar, pasear o cepillarse los dientes. Cuando pasees, fíjate en el crujir de las hojas bajo tus pies, en el frío de la brisa y en el azul del cielo. Cuando tu mente se distraiga, que lo hará, fíjate en el pensamiento y reorienta suavemente tu atención hacia el paseo presente.

Practicar durante actividades de bajo riesgo puede ayudarte a desarrollar las habilidades que utilizarás en situaciones sexuales potencialmente más difíciles. Por ejemplo, practicar la atención consciente mientras te bañas puede ser un buen paso intermedio hacia la atención consciente en la intimidad. Puedes notar la textura del jabón sobre la piel, el olor del champú o el sonido del agua caliente cuando cae sobre la cabeza. Para los sobrevivientes que experimentan disociación, sienten emociones negativas relacionadas con su cuerpo o se sienten desconectados de él, esto puede resultar más difícil que, por ejemplo, barrer una habitación de forma consciente. Recuerda el componente de actitud y toma nota de lo que experimentas con amabilidad y curiosidad. La atención consciente te permite crear un espacio seguro, para que puedas observar qué pensamientos y emociones surgen sin juzgarlos y sin sentirte abrumado por ellos, sea cual sea la situación.

Atención Consciente durante las experiencias sexuales 

Observar los pensamientos sin juzgarlos es un elemento esencial de la práctica de la atención consciente durante las experiencias sexuales. Una investigación sobre una intervención basada en la atención consciente con mujeres que tenían antecedentes de abuso sexual infantil y experimentaban angustia sexual descubrió que la práctica de la atención consciente se asociaba a un aumento significativo en la concordancia de la excitación y a una disminución significativa de la angustia sexual.7 Los investigadores especularon que uno de los motivos del resultado podría ser que las participantes aprendieron a percibir con delicadeza los pensamientos y sentimientos difíciles asociados a la respuesta sexual o a la historia de abuso y permitieron que esos pensamientos y sentimientos aparecieran y desaparecieran, en lugar de evitarlos. Un enfoque consciente durante la actividad sexual con o sin pareja te permite estar presente y percibir una gama más amplia de reacciones, tanto las que pueden ser difíciles como las que pueden ser agradables, y dirigir tu atención adecuadamente.

Un ejemplo de práctica de la atención consciente durante la actividad sexual en pareja podría ser el siguiente.
"He estado practicando la atención consciente todos los días y voy a intentarlo mientras tengo intimidad física con mi pareja (intención). Noto el agradable calor de la habitación, mi cantante favorito sonando de fondo, mi sentimiento de esperanza y cómo mi cuerpo responde a sus suaves caricias (atención). Se me tensa el estómago, me viene una imagen a la cabeza y siento vergüenza. Bueno, es interesante notarlo, pero es sólo una reacción, ni más ni menos. Respiro profundo e imagino que la vergüenza, la imagen y la tensión se alejan flotando como si fueran nubes (actitud). Muevo la mano de mi pareja, cambio la posición en la que estoy y me centro en el presente: el color de sus ojos, la sensación de seguridad y la suavidad de su piel (atención)".

Descubre lo que mejor funciona para ti  

Abordar los efectos del abuso sexual infantil en la sexualidad no es fácil. La jornada puede resultar compleja, abrumadora y frustrante. Al igual que practicar la atención consciente fuera de la habitación, tratar el trauma con la ayuda de un terapeuta o un grupo de apoyo establecerá las bases para abordar los síntomas sexuales relacionados con el abuso infantil. El camino hacia la sexualidad sana puede requerir cambiar actitudes y conductas sexuales, aprender nuevas formas de experimentar el tacto y desarrollar un autoconcepto sexual sano.3 Esto incluye aprender lo que te gusta y lo que no te gusta, redefinir el consentimiento y explorar cómo comunicar asertivamente tus deseos y necesidades a los demás. Está bien ir a paso lento. Escucha a tu cuerpo y permanece presente en él. Tienes que definir lo que es la sexualidad sana para ti y en el proceso, quizás experimentes algo espectacular como se ve en las películas.

Sobre el autor/a

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Betsy Kanarowski , PhD, LCSW,

Directora Clínica
Betsy Kanarowski está comprometida a ayudar a las personas, las familias y las comunidades a comprender los muchos aspectos de la prevención y sanación de los traumas sexuales. Ella se unió a Saprea en 2015 y es una terapeuta, capacitadora, y educadora experimentada con más de 25 años de experiencia como profesional de la de salud mental. Es una trabajadora social clínica licenciada (L.C.S.W.) y terapeuta sexual certificada y recibió su doctorado en Educación Especial de la Universidad de Utah, su maestría de trabajo social de la Universidad de Denver, y su licenciatura en trabajo social de la Universidad de Wyoming. A ella encanta el aire libre, viajar, leer y pasar tiempo con su familia y sus perros exageradamente mimados.