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SÍNTOMAS COMUNES: 

Vergüenza

SÍNTOMAS COMUNES: 

Vergüenza

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¿Qué es la vergüenza?

La vergüenza es una creencia negativa que tenemos sobre nosotros mismos.1 Esta creencia negativa puede ser tan pequeña como "soy mala para arreglar mi cama por la mañana" hasta algo tan significativo como "soy una persona terrible que no merece ningún apoyo". Y aunque estas creencias a menudo se sienten tan dolorosamente reales que las interpretamos como un hecho, es importante recordar que nunca son ciertas.

Todo el mundo siente vergüenza. Pero algunas personas sienten vergüenza a un nivel más profundo. Pueden experimentar la vergüenza con tanta frecuencia e intensidad que puede afectar a la forma en que se ven a sí mismos y al mundo que les rodea. Esto es especialmente cierto en el caso de los sobrevivientes de un trauma, ya sea que se manifieste como culpa del sobreviviente, una sensación de desmoronamiento o la creencia de que podrían haber hecho algo para evitar las cosas terribles que les sucedieron. El hecho de que los sobrevivientes hayan experimentado un trauma puede llevar a algunos a creer que de alguna manera lo merecían.

¿Qué tiene que ver la vergüenza con el abuso sexual infantil?

Estos sentimientos de vergüenza son especialmente comunes entre los sobrevivientes de abuso sexual infantil. Estas experiencias traumáticas son confusas incluso para el cerebro de un adulto, por no hablar del cerebro de un niño o adolescente que todavía está tratando de dar sentido al mundo que le rodea. Un cerebro más joven, que todavía se está desarrollando, es menos capaz de comprender la situación o de percibir plenamente el comportamiento dañino y los problemas que hay detrás. Por eso, cuando un niño o un adolescente se ve sometido a un trauma de este tipo, es posible que intente llenar esas lagunas con su propio razonamiento. Para dar sentido al trauma, su cerebro subdesarrollado puede pensar: "Esto fue culpa mía", "Me lo merecía" o "Me lo busqué", en lugar de "Esto nunca debería haberme pasado" o "La persona que lo hizo ha hecho mal".

Y dado que esas creencias negativas moldean la forma en que los sobrevivientes ven su trauma, esas creencias continuarán en la edad adulta, mucho después de que el abuso haya pasado. Estas creencias, arraigadas en la vergüenza, son una de las muchas formas en que el cerebro se ve afectado por el abuso sexual infantil.

¿Cómo se siente la vergüenza?

Mientras que las creencias negativas sobre nosotros mismos parecen un síntoma que sólo afectaría a nuestra mente, la vergüenza que viene con esas creencias puede manifestarse en nuestro cuerpo. A veces, no nos damos cuenta de que estamos experimentando vergüenza hasta que notamos un indicador físico. Este indicador físico puede tener un aspecto diferente para cada persona, y puede variar de un pensamiento basado en la vergüenza a otro. Algunos ejemplos generales de cómo la vergüenza puede afectar a nuestro cuerpo son:

  • Náuseas/malestar estomacal
  • Enrojecimiento de la cara
  • Sudoración
  • Temblores
  • Tensión
  • Ansiedad
  • Pánico
  • Falta de aliento 

Una vez que te des cuenta de cómo los pensamientos basados en la vergüenza afectan más comúnmente a tu cuerpo, será más fácil identificar cuándo las sensaciones físicas, como la tensión en la mandíbula o el dolor en el estómago, son indicativas de lo que estás experimentando internamente.

¿Cómo suena la vergüenza?

La vergüenza puede conducir a pensamientos que perpetran una creencia negativa sobre nosotros mismos. A veces, llamamos a este tipo de pensamientos la "voz de la vergüenza". Algunos ejemplos de lo que nuestra "voz de la vergüenza" podría incluir:

  • No soy suficiente.
  • No merezco amor o amistad.
  • Debería ser más...
  • Debería ser menos...
  • No importo.
  • No puedo hacer nada bien.
  • Soy desvalido.
  • Soy inútil.

Para sobrevivientes de abuso sexual infantil, estos pensamientos han formado parte de su conversación personal durante muchos años, o incluso décadas. Por eso, estos pensamientos pueden repetirse con frecuencia y pueden detonarse fácilmente por situaciones cotidianas, como cometer un error o sentirse rechazados o leer algo en las redes sociales.

Cómo afrontar la vergüenza

Es importante recordar que las creencias negativas son sólo una de las formas en que la vergüenza puede estar afectando tu vida. Para muchos sobrevivientes de abuso sexual infantil, la vergüenza es un efecto a largo plazo que juega un papel mucho más importante en la forma en que nos comportamos, enfrentamos y formamos relaciones con los demás. A medida que entiendas más sobre la vergüenza, será más fácil identificar dónde puede estar impactando en tu vida y qué puedes hacer para desafiarla o reducirla. Por abrumador que parezca, puedes empezar por examinar cómo la vergüenza está afectando lo que crees de ti misma..

Una de las mejores formas de empezar a gestionar estas creencias negativas es averiguar cuáles son las que más influyen en tus decisiones cotidianas. Luego, una vez que identifiques estas creencias negativas, puedes utilizar el Reconocimiento para desafiarlas y luego cambiarlas. Como bien sabes, las creencias negativas que están arraigadas en la vergüenza pueden sentirse muy poderosas y reales. Pero cambiar estas creencias es posible, especialmente con tiempo, práctica y autocompasión.

Recursos para ayudarte a combatir la vergüenza

A continuación, hay tres recomendaciones de nuestra biblioteca de recursos. Cada una de estas recomendaciones son herramientas que pueden ser efectivas para ayudarte a combatir la vergüenza que estás experimentando actualmente.
Portrait of a smiling girl with short laughing with her eyes closed
RECURSO DE SANACIÓN

AUTOCOMPASIÓN

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Worrying Caucasian woman hugging legs
RECURSO DE SANACIÓN

DESAFIANDO LAS DISTORSIONES COGNITIVAS

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Woman laying on floor focusing on her breathing
RECURSO DE SANACIÓN

RELAJACIÓN MUSCULAR PROGRESIVA

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