Veo Verdaderamente la Fuerza y la Belleza que Soy Yo

Había vivido toda mi vida en un entorno seguro y había tenido una vida y una educación relativamente protegidas. Experimenté mucha conmoción, miedo y devastación cuando, siendo una joven adolescente, me encontré por primera vez en una situación en la que fui víctima de una violación por parte de un chico mayor al que no conocía. Experimenté sentimientos de culpa y vergüenza por el incidente y, por ello, lo mantuve en secreto. Intenté dejarlo atrás y seguir adelante. Asumí creencias sobre mí misma de que estaba manchada. Pensaba que era menos digna. Pensé que era mercancía dañada. Pensé que ya no era pura. Me sentía débil e indefensa. Pensaba que no podía ser amada. Decidí que era una víctima. Me enfermé y contraje enfermedades. Experimenté el fracaso de una relación tras otra. Debía de ser imposible de querer. Me sentía fracasada. Una cosa de la que tardé años en darme cuenta es que mantener esto en la oscuridad y en secreto sólo perpetúa el problema.

Lo mantuve en secreto. Pensaba que lo había «manejado» bien, metiéndolo en una estantería e intentando seguir adelante. No me di cuenta del daño que me causó durante muchos años. No tenía ni idea de la angustia que seguiría sufriendo durante años por lo que me causó aquel incidente, incluyendo un divorcio y la cancelación de un compromiso. No tenía ni idea de los problemas de salud que se desarrollarían a causa de todo ello, incluyendo un puñado de enfermedades crónicas y autoinmunes. No comprendía el modo en que el trauma, el trauma no resuelto, afecta realmente a nuestro cuerpo físico.

En los últimos años he llegado a conocer estas verdades sobre mí misma: Soy valiente. Soy fuerte, más fuerte de lo que jamás hubiera imaginado cuando era una niña tímida. Soy digna de amor. Soy pura. Soy bella. Soy querible. Soy la heroína de mi vida, ¡una vencedora! Estoy sana y completa. Soy una líder. ¡Soy importante! Soy una luz, un faro y una fuerza para los demás. Me quieren y me apoyan. Se me ve. ¡Mi valor es infinito y divino!

También estoy agradecida a Saprea, por lo que representa y por lo que hace por las mujeres que han sido víctimas en su infancia/juventud. Veo una belleza y una fuerza en la mujer de estas fotos que aún no había visto realmente nunca. Mi antiguo yo encontraría una cosa u otra que criticar en mis fotos. Ahora puedo disfrutar de las fotos por lo que son. ¡Gracias por ayudarme a ver realmente la fuerza y la belleza que soy YO!

-Jennifer, Sobreviviente