Vengo de una familia tóxica

Mi padre me abandonó cuando tenía 7 años. Esto dejó un enorme vacío en mi vida y un anhelo de ese vínculo especial con un padre. El mismo año que mi padre se fue, mi madre hizo que un nuevo hombre se mudara a nuestra casa con ella, mi hermana y yo. Tenía dos hijos propios y dejó embarazada a mi madre muy pronto. Se casaron un par de años después y todo parecía perfecto. Por fin tenía la familia que quería y tenía un vínculo y una cercanía muy especiales con mi nuevo padrastro.

Vio mi ansia y mi anhelo de niña inocente y se aprovechó de ello.

Sólo tenía 11 años cuando empezó el abuso. Durante 2 años fue una rutina nocturna en la que me violaba y abusaba de mí. Cuando acudí a mi madre en busca de ayuda, no hizo nada y me amenazó con que destrozaría a la familia. Me puse muy enferma durante los años siguientes por el estrés de tener a este hombre viviendo en la misma casa que yo. Estaba enfadada, confusa, dolida y constantemente traumatizada por el hecho de que mi madre lo supiera y no hiciera nada para ayudarme.

A los 24 años tuve suficiente, y aquel hombre confesó. Se declaró culpable y fue condenado a 15 años. Fue una gran victoria para mí y un momento que me deja increíblemente orgullosa de mí misma por ser lo bastante fuerte para enfrentarme a él. Venía de una familia tóxica que no me apoyaba y de una madre que se preocupaba más de sí misma que de nadie. Me despedí de toda mi familia, excepto de mi hermana.

Desde que dejé atrás a las personas que me mantenían enferma, he sido la más sana y feliz de mi vida. Tengo un marido maravilloso y cariñoso. Tengo a mi hermana y a su marido y a su precioso bebé. Y, sobre todo, me he recuperado a mí misma. ¡Por fin he podido encontrarme a mí misma y darme cuenta de lo fuerte, poderosa y hermosa que soy!

-Ashley, Sobreviviente