Sé que estoy ganando esta batalla

Soy una sobreviviente de abuso sexual, mental y físico.

No recuerdo cómo era mi vida antes de que empezara mi trauma. Tenía 5 años cuando mi padre empezó a abusar sexualmente de mí. A los 8 años fue cuando me di cuenta de que era abuso. Pensaba que nunca iba a salir de aquello y ser libre.

Intentaba por todos los medios alejar los malos recuerdos, las pesadillas y el dolor mientras estaba en la escuela. Sin embargo, me portaba mal y siempre se me conocía como «esa niña traviesa». En realidad, pensaba que portándome mal alguien notaría mi dolor y se daría cuenta de que estaban abusando de mí.

El abuso duró una década, durante la cual no me sentí con fuerzas para contárselo a nadie de mi familia ni a la policía. Sufrí una anorexia grave y planeé suicidarme. En aquel momento no sentía que tuviera un propósito en la vida, no creía que nada fuera a mejorar nunca, sentía que me ahogaba en los secretos y que no podía liberarme del abuso.

Hasta que un día encontré este repentino estallido de valentía y fuerza. Le revelé a mi madre que mi padre había abusado sexualmente de mí durante 10 años, creo sinceramente que fue entonces cuando mi vida cambió a mejor. Mi madre me salvó la vida. Ella no era consciente del abuso, así que cuando se lo conté pude ver cómo todo su mundo se derrumbaba, pero se mantuvo fuerte por mí. Fue la primera vez que sentí un verdadero alivio, me sentí libre, sentí que tenía el control.

Mi padre fue condenado a 12 años de cárcel tras un largo proceso.

Ahora me siento más fuerte y sana que nunca. Terminé la escuela, fui al colegio y ahora estoy en la universidad estudiando criminología y psicología. Aunque esto es algo que siempre me va a acompañar, y me afecta cada día, sé que estoy ganando esta batalla. Estoy escribiendo un libro sobre mi jornada para ayudar a los demás. No tengo miedo de compartir mi historia; ya no me avergüenzo.

Si no fuera por mi madre, no creo que estuviera aquí para contar mi historia, ella salvó y cambió mi vida y es algo por lo que siempre le estaré agradecida.

Si estás sufriendo, no estás sola y, aunque es duro, lo superarás.

-Calais, Sobreviviente