No soy lo que me pasó

No soy lo que me ocurrió. Soy lo que elijo llegar a ser.

Nunca pensé que diría esas palabras. Nunca pensé que estaría bien. Hoy elijo felicidad. Elijo fortaleza.

Abusaron de mí desde que era muy pequeña, y este abuso continuó en la edad adulta. Mi madre sabía de mi abuso, pero no lo detuvo. Me sentía sola, asustada y desprotegida. Me culpaba de mis abusos.

Solicité y me aceptaron en el Retiro Saprea. Tenía miedo. Miedo de que me juzgaran. Ocurrió lo contrario. Encontré esperanza. Encontré a otras 21 mujeres fuertes que me comprendían. Me aceptaron inmediatamente. Por primera vez, creí de verdad que mi abuso no era culpa mía. Ahora tengo un grupo de mujeres fuertes detrás de mí, mi tribu. Son mis mejores amigas. Me dan fuerza cuando no puedo encontrarla en mí misma.

Aún estoy aprendiendo a perdonar a quien abusó de mí. Pero he aprendido a perdonarme a mí misma. Puedo volver a sonreír. Soy verdaderamente feliz. Este retiro me ha salvado la vida.

-Angela, Sobreviviente