No dejes que lo que te ocurrió te haga quedarte atrás

Mi abuso empezó cuando tenía cuatro años y continuó hasta que tuve unos diecisiete años, nunca le conté a nadie lo que me pasaba ni dije nada hasta que tuve unos 20 años. Recuerdo que hablé con mi madre y nuestra vecina de que me obligaban a hacer cosas. Intenté por todos los medios guardármelo para mí porque aún tenía miedo de los dos familiares que abusaban de mí. Cuando por fin se lo conté a mi madre, ella les había preguntado a los dos y ellos mintieron, así que volví a quedarme sola. Luego, dos años más tarde, me enteré de que a mi hermana pequeña y a mi sobrina les habían pasado lo mismo. Me culpé durante mucho tiempo. Si hubiera dado la cara, tal vez nada de esto les habría ocurrido.

Pero no fue culpa mía. Poco después de enterarnos, los llevamos a ambos a juicio y los condenaron a 25 años a cadena perpetua. Perdí a muchos integrantes de mi familia porque me culpaban a mí. Aquello fue un punto de inflexión para mí. Entonces supe que los únicos que iban a estar a mi lado eran mi ahora marido, nuestros hijos y su familia. Ellos son la razón por la que sigo aquí hoy luchando por vivir mi vida lo más normal posible. Sin ellos no sé dónde estaría. Aún tengo flashbacks o pesadillas, pero puedo superarlo y llevar una vida algo normal.

No dejes que lo que te ocurrió te impida ser la mejor tú que puedes ser. Somos sobrevivientes y no estamos solas.

-Brittany, Sobreviviente