Hice lo mejor que pude para bloquear los abusos

No sé realmente qué edad tenía cuando él empezó a abusar de mí, pero mi madre notó un cambio en mi personalidad hacia los 3 ó 4 años. Empecé a retraerme socialmente y a mostrar señales de ansiedad. Sin embargo, seguía suplicando quedarme en la granja porque, a pesar de lo que me ocurría externamente, ansiaba la paz que me proporcionaba internamente estar en la granja. Necesitaba el campo, el aire fresco, los animales, la naturaleza.

Hice todo lo que pude para bloquear la mayor parte de los abusos que sufrí, pero cada vez me vienen más recuerdos a la mente a medida que avanzo en mi jornada de sanación. Las cosas que recuerdo me traen sentimientos de culpa, vergüenza, traición, ira, decepción, desesperación… Ha sido una pesada carga que llevar.

Cuando por fin dejé de ir a la granja, hacia los 12 años, la vergüenza, la rabia y la culpa me carcomieron hasta que por fin lo delaté. Mi familia se estaba desmoronando (mis padres se estaban divorciando), mis emociones estaban siempre a flor de piel y la relación con mi familia se estaba desmoronando a causa de mis arrebatos emocionales, fue una época horrible para mí.

En los dos últimos años, he empezado a gestionar mi vida y he encontrado una gran esperanza en la recuperación y la sanación. Encontré mi pasión y mi propósito en la sanación de mí misma y en ayudar a tantos otros en el camino como sea posible.

-Hillary, Sobreviviente