Había algo especial en el Retiro Saprea

La primera vez que recuerdo que abusaron sexualmente de mí tenía sólo 5 años. Debido al caos que existía en nuestro hogar, donde también había abusos físicos, mentales, emocionales y espirituales, supongo que el abuso sexual parecía casi normal. Varias veces a lo largo de los años pedí ayuda, pero esa ayuda nunca llegó. En lugar de eso, me dejaron que me las arreglara sola. Continuó hasta que tuve 17 años. Más tarde, a los 20 años, también fui violentamente violada. Sentía que no valía nada y deseaba desaparecer.

A lo largo de los años busqué ayuda en varios terapeutas, y a veces sentía un poco de alivio de la depresión que me abrumaba, pero la vergüenza y la culpa que sentía nunca se iban.

Una querida amiga me habló del Retiro Saprea. Estaba escéptica y asustada, pero pensé que no tenía nada que perder, así que solicité el retiro.

A medida que se acercaba el momento de ir, ¡estaba aterrorizada! ¿Qué había hecho? No conocía a esas personas, ¡pero había aceptado darles cuatro días y tres noches! Me entristece decir que me eché atrás y no fui al retiro.

Aunque no asistí al Retiro Saprea en aquel momento, sentí que había algo especial en él. Algo que podría ayudar. Algo esperanzador. Animé a varios amigos e integrantes de mi familia a que asistieran. Cuando empezaron a compartir sus experiencias, me di cuenta de lo tonta que había sido al dejar escapar esa oportunidad. Volví a solicitarlo. Seguía sin estar segura de poder hacerlo. El miedo era abrumador, y tenía limitaciones físicas que temía que me frenaran.

Fui la primera de mi grupo en cruzar las puertas del retiro. El apoyo y el amor que sentí por parte del personal fue abrumador. Sabía que, de alguna manera, estaba en casa.

Todas las mujeres de mi grupo eran increíbles. Mientras aprendía de cada una de ellas, sentí, quizá por primera vez en mi vida, que no estaba sola en este proceso de sanación. Las clases y actividades del retiro estaban muy bien pensadas. Cada una me aportó una nueva Consciencia. Cada pequeña necesidad que tuve fue atendida.

Aprender y comprender cómo el trauma ha afectado a mi cerebro ha sido revelador. Ahora sé que puedo tomar el control y ayudar a sanar el daño causado por el abuso. Ha sido un punto de inflexión importante en mi vida. Sé que me queda un largo camino por recorrer en esta jornada de sanación, pero sé que tengo ayuda. Sé que puedo hacerlo. Sé que no estoy sola.

Siempre estaré agradecida por el cambio que Saprea y el Retiro Saprea han traído a mi vida.

-Susan, Sobreviviente