El trauma ya no me tiene sujeta

Ha pasado casi un año desde que recibí la llamada que cambió mi vida. Asistir al Retiro Saprea fue lo mejor que he hecho por mí misma. Desde que volví, he encontrado y utilizado mi voz para defenderme.

No estaba viviendo la vida que quería, sino la que creía que debía ser. Me he despedido de la relación tóxica en la que estaba. Antes nunca habría tenido la fuerza para hacerlo. Conduje más de mil kilómetros yo sola para visitar a mi familia. Lo había pospuesto durante años porque tenía demasiado miedo. He sufrido pérdidas y angustias desde entonces, pero también he encontrado fuerza, confianza y verdadera amistad con mi hermandad.

Aunque ahora estoy sola, nunca estoy verdaderamente sola. Mi sistema de apoyo de compañeras sobrevivientes se mantiene fuerte a mi lado. Ahora comprendo hasta qué punto el trauma afectó a mi vida y el daño que ha hecho en mis relaciones, pero ya no tiene su dominio sobre mí. He crecido mucho desde entonces. Soy más fuerte, más feliz y ya no me pesa mi secreto. Alguien me dijo una vez que sabes que te estás sanando cuando puedes contar tu historia sin lágrimas. No fluyen lágrimas mientras comparto mi historia. ¡Gracias por devolverme la vida! Bendita sea por darnos a las mujeres esta increíble jornada para sanar.

-Stephanie, Sobreviviente