A veces sólo tienes que lanzarte

Hace casi un año que asistí al Retiro Saprea. No podría ni empezar a imaginar mi vida sin una oportunidad tan increíble.

Una de las cosas más aterradoras que he hecho fue aventurarme sola por primera vez en mi vida y saber que estaría en presencia de muchas otras mujeres y de varios terapeutas que sabrían una cosa sobre mí… que de niña fuí abusada sexualmente. Había llevado conmigo tanta culpa, vergüenza, rabia y humillación durante tantos años, hasta el punto de que tenía algunas técnicas de afrontamiento bastante destructivas y me sentía como si yo fuera la culpable.

El hielo se rompió casi de inmediato cuando todas nos pusimos cómodas en el enorme y acogedor sofá. Al principio hablamos de cosas «normales» de la vida y, a medida que avanzaba la semana, cada una de nosotras estableció conexiones más estrechas y compartimos partes de nuestras historias con los demás. Los terapeutas eran increíbles, la terapia de grupo fue muy dura, pero increíblemente gratificante, y por fin sentí que tal vez estaba bien hablar de esas cosas que tanto habían pesado en mi corazón. Aunque cada una de nosotras pasamos por nuestras propias pruebas terribles, había algo tan reconfortante y tranquilizador, saber que cada persona comprendía realmente algunas de las cosas que sentías y con las que luchabas como sobreviviente.

Aunque al principio fue un camino duro, ahora me encuentro deseando abrirme más. Compartir mi historia ya no me da tanto miedo como antes, y algún día, espero poder ayudar a otras personas afectadas por el abuso sexual.

He luchado contra muchas cosas, desde el trastorno de estrés postraumático y la depresión hasta la autoestima negativa y las autolesiones. Ahora sé que esas cosas no son mi identidad. También sé que superar esas pruebas es una hazaña increíble, ¡pero muy posible! A medida que he ido superando estos problemas, uno a uno, me doy cuenta de lo valiente y segura que me he vuelto.

Nunca podré explicar cuán agradecida estoy por haber tenido la oportunidad de asistir al retiro. No sólo me ha ayudado a adquirir conocimientos y comprensión, sino que me ha ayudado a sacar a relucir mi confianza y determinación para superar las cosas que me han causado tanto dolor. Es agradable verme por fin como una sobreviviente y compartir esa palabra empoderadora con otras siete mujeres valientes y sobresalientes.

¡El Retiro Saprea me ayudó a recuperar mi vida! ¡A veces sólo tienes que lanzarte con ambos pies!

-Sarah, Sobreviviente